La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más populares del mundo, consumida por millones de personas en España y el resto del mundo. Está compuesta de agua, malta, lúpulo y levadura, y contiene algunos nutrientes que, consumidos de forma moderada, pueden resultar beneficiosos, como vitaminas del grupo B, ácido fólico o antioxidantes. Sin embargo, por norma general, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el consumo de ninguna clase de bebida alcohólica.
Sin embargo, existen cinco grupos de personas especialmente que deberían abstenerse por completo de consumir cerveza por sus riesgos para la salud.
1) Personas con problemas hepáticos graves
Las personas que sufren de enfermedades hepáticas graves, como cirrosis o hepatitis avanzada, deben evitar el consumo de cerveza. El alcohol, presente en la cerveza, puede agravar estas condiciones y acelerar el daño hepático. La Asociación Americana del Hígado advierte que el alcohol puede causar inflamación y cicatrización del hígado, empeorando las condiciones preexistentes.
2) Mujeres embarazadas
El consumo de alcohol durante el embarazo puede tener consecuencias negativas para el feto, ya que el alcohol atraviesa la barrera placentaria. Organizaciones de salud como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan la abstinencia total de alcohol durante el embarazo para prevenir el síndrome de alcoholismo fetal y otros problemas de desarrollo.
Desde el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España advierten: "El consumo de alcohol mientras se está embarazada aumenta el riesgo de aborto espontáneo y de parto prematuro. Al nacer estos niños pueden pesar y medir menos, aunque a veces este retraso en el crecimiento se manifiesta más tarde. El consumo de alcohol durante el embarazo es la primera causa no genética de retraso mental que, sin embargo, es enteramente prevenible".
3) Personas con historial de alcoholismo
Individuos con antecedentes de alcoholismo o problemas de abuso de sustancias deben ser cautelosos con el consumo de cerveza y otras bebidas alcohólicas. La Asociación Psiquiátrica Americana advierte que el alcohol puede desencadenar recaídas y complicar la recuperación en personas con historial de adicción.
4) Personas con trastornos intestinales o cardiovasculares
Algunas condiciones médicas pueden verse agravadas por el consumo de alcohol, y los expertos médicos a menudo desaconsejan su ingesta en estos casos. Personas con trastornos gastrointestinales como la enfermedad de Crohn, enfermedades del corazón, o diabetes descontrolada pueden experimentar efectos adversos con el consumo de cerveza.
5) Personas que toman medicamentos incompatibles
Algunos medicamentos no se llevan bien con el alcohol, y el consumo de cerveza puede interferir con la efectividad de ciertos tratamientos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y otros organismos de salud advierten sobre la interacción potencialmente peligrosa entre el alcohol y ciertos medicamentos, como los analgésicos, antibióticos y medicamentos para la ansiedad.
Consumo moderado y responsable para el resto
Es importante señalar que, incluso para aquellos que no pertenecen a ninguno de estos grupos, el consumo de cerveza debe ser moderado y responsable. La moderación es clave para evitar problemas de salud a largo plazo y asegurar que el disfrute de esta bebida no se convierta en un riesgo para la salud.
Referencias
¿Qué es el alcoholismo? Universidad de Navarra.
https://www.cun.es/enfermedades tratamientos/enfermedades/alcoholismo
¿Cómo afecta el consumo de alcohol durante el embarazo? Ministerio de Sanidad: https://www.sanidad.gob.es/campannas/campanas10/embarazadasCeroAlcohol/
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