Qué es el ácido láctico y cómo afecta en el ejercicio físico

El nivel de ácido láctico puede convertirse en uno de los enemigos para los deportistas si se acumula en exceso. Como detallan en el portal especializado MedlinePlus, el ácido láctico, también conocido como lactato, es una "sustancia producida por el tejido muscular y por los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a otras partes del cuerpo".

Generalmente, el nivel de ácido láctico en la sangre es bajo y aumenta cuando los niveles de oxígeno disminuyen. Esto puede ocurrir por varios motivos, como puede ser el "ejercicio extenuante". Por ello, "si los niveles de ácido láctico suben demasiado pueden causar acidosis láctica, una afección que puede poner la vida en peligro", añaden.

¿Por qué aparece?

Este es el motivo por el que los deportistas continúan practicando algún tipo de ejercicio físico después de un esfuerzo intenso haciendo deporte, como ocurre en el futbol o en el tenis, para favorecer así su recuperación. 

Porque si el organismo acumula niveles muy elevados de ácido láctico tras hacer mucho ejercicio, puede aparecer fatiga muscular, que conlleve a una pérdida de energía con posibles complicaciones para la salud. De hecho, el lactato es una sustancia muy relevante en el metabolismo anaeróbico, un proceso utilizado por las células del organismo para producir energía a partir de los nutrientes que tenemos almacenados en ausencia de oxígeno.

De esta manera, cuando no hay niveles de oxígeno óptimos al hacer ejercicios de gran intensidad, nuestro cuerpo comienza a emplear la glucosa para obtener la energía necesaria para funcionar. Esta glucosa poco a poco se degrada y se convierte en ácido láctico. 

¿Cuáles son los efectos y cómo prevenirlo?

En el momento en el que los niveles de esta sustancia aumentan demasiado, se origina esta fatiga para los deportistas y la pérdida de energía muscular. Como explican en Runner´s World, los efectos más inmediatos del ácido láctico pueden ser ardor muscular, calambres, náuseas o mareos.

En este sentido, para poder liberar al cuerpo del exceso de ácido láctico, los deportistas suelen realizar ejercicios de respiración para devolver el oxígeno a los músculos y ejercicio físico leve para el flujo sanguíneo.