El pasado sábado 26 de junio dejó de ser obligatorio el uso de mascarillas en espacios al aire libre, siempre y cuando se pueda mantener la distancia física de seguridad con otras personas de 1,5 metros. Un paso más hacia la ansiada normalidad que se produce por el avance en el ritmo de vacunación en todo el país con más de 38 millones de dosis administradas.
En este sentido, uno de los efectos del uso de mascarilla en la piel ha sido sin duda el acné. Como advertían desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), "es raro el día que no recibimos una consulta sobre acné o dermatitis seborreica, este tipo de consultas ahora suponen un 20-25% del total, cuando antes de la pandemia estaban en el 5-7% del total", explicaba el doctor Ricardo Ruiz Villaverde, dermatólogo del Hospital San Cecilio de Granada.
Asimismo, si antes de la emergencia sanitaria las consultas por problemas de acné eran generalmente de pacientes en la etapa de la adolescencia, ahora se ha ampliado a la población adulta. Por eso, "es fundamental establecer una higiene diaria no agresiva con productos adecuados y, si hay un problema muy inflamatorio, tendrán que utilizar un tratamiento pautado por su médico", aconsejaba.
¿Cómo evitar la aparición de esta afección cutánea?
Esta afección de la piel producida por el uso continuado de mascarilla tiene su propia denominación: maskné. Se debe, principalmente, a que la respiración favorece la humedad y consecuentemente a la proliferación de más bacterias. "Se trata mayoritariamente de la aparición de granos en la piel por oclusión, con pápulas, pústulas y microcomedones que se ubican en el mentón y de forma simétrica a lo largo de la mandíbula", explican en el centro dermatológico Bioderma.
En el caso de que la afección cutánea sea grave o de que se padezca otra afección de la piel, como rosácea, es esencial acudir al dermatólogo para obtener un tratamiento personalizado. Si es un acné leve, se pueden seguir una serie de recomendaciones y remedios caseros, aunque lo más importante es adoptar una rutina facial de higiene.
De esta manera, es esencial lavarse las manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica antes de colocarnos la mascarilla, así como lavar este elemento si es de tela de forma regular o cambiarlo después de cada uso si es desechable. Así, desde Acofarma ofrecen los siguientes trucos:
- Lavar la cara con un limpiador facial suave por el día y por la noche para evitar que la sudoración y la falta de transpiración favorezcan la aparición de granos.
- Aplicar una crema hidratante unos 30 minutos antes de poner la mascarilla, ya que la hidratación es fundamental para la elasticidad de la piel y para evitar que aparezcan problemas cutáneos como el acné.
- Utilizar un tónico calmante aplicado con un disco de algodón en la zona que queda cubierta puede evitar la aparición de granitos.
- También usar productos protectores, como una vaselina o un stick anti-rozaduras puede ayudar a evitar los problemas provocados por la fricción o el roce, como la sequedad o la rojez.
- Reducir el uso de maquillaje en las zonas de la mascarilla.
- Las personas que ya tenían acné deben aumentar el cuidado de la piel, exfoliando una vez a la semana para eliminar impurezas y utilizando productos con ácido salicílico.
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