¿Cuál es el secreto de la longevidad? Esto es lo que tienen en común la mayoría de centenarios

Fotografía del 15 de octubre de 2012 cedida el miércoles 19 de diciembre de 2012, de Jiroemon Kimura sonriendo tras recibir el certificado de la persona viva más vieja del mundo, en su casa de Kyotango, prefectura de Kyoto (Japón). Nacido el 19 de abril de 1897, el hombre de 115 años alcanzó esta marca tras la muerte de Dina Manfredini en Estados Unidos el pasado 17 de octubre.
Imagen de archivo de un centenario japonés.
EFE/CIUDAD DE KYOTANGO
Fotografía del 15 de octubre de 2012 cedida el miércoles 19 de diciembre de 2012, de Jiroemon Kimura sonriendo tras recibir el certificado de la persona viva más vieja del mundo, en su casa de Kyotango, prefectura de Kyoto (Japón). Nacido el 19 de abril de 1897, el hombre de 115 años alcanzó esta marca tras la muerte de Dina Manfredini en Estados Unidos el pasado 17 de octubre.

La esperanza de vida del ser humano, pese a eventos del calibre de la pandemia de coronavirus, es cada vez más alta, y entre otros datos, ello se nota en la cantidad de personas que superan los 100 años de edad.

En 2015, el mundo albergaba a más de 450.000 centenarios, más del cuádruple que en 1990, recoge el Daily Mail en un reportaje. Y se espera que este crecimiento se acelere, con proyecciones que sugieren que habrá 3,7 millones de personas centenarias en todo el mundo en 2050.

Evidentemente, para superar los 100 años hay que contar con un componente genético. S. Jay Olshansky, profesor de salud pública en la Universidad de Illinois (EE UU), dice: "Hay un límite superior para la longevidad humana, no puedes vivir una vida larga sin haber ganado la lotería genética".

Pero hay muchos factores que una persona puede adoptar para ayudarla a prolongar su vida y su salud: la cantidad de años saludables vividos. Varios expertos en envejecimiento explican al Daily Mail cuáles son los factores en común en las vidas de los centenarios sanos.

Formar parte de una comunidad

Los expertos en envejecimiento que se especializan en los comportamientos de los centenarios se han concentrado en las llamadas Zonas Azules, áreas del mundo donde las personas viven vidas más largas, llegando constantemente a los 100 años.

Ejemplos de estas Zonas Azules son Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Ikaria (Grecia), la ciudad de Loma Linda (California, EE UU) o la Península de Nicoya (Costa Rica).

Los centenarios de estas comunidades mantienen sólidas relaciones interpersonales, son cercanos a sus familias y sienten que pueden confiar en sus vecinos. 

Los sardos siempre están cerca de la familia, mientras que en Okinawa, el término 'moais' se usa a menudo para referirse a grupos de cinco amigos que se comprometieron de por vida.

"La conexión social tiene un mayor impacto en la salud y la longevidad que cosas como varias enfermedades que tratamos de tratar y controlar: hipertensión, diabetes, tabaquismo u obesidad, etcétera", dice el doctor Dilip Jeste, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.

Tener un propósito

Tener una razón de ser: los costarricenses lo llaman "plan de vida", mientras que los okinawenses lo llaman ikigai. En Cerdeña, los ancianos a menudo asumen el papel de cuidadores de niños.

Todas las personas en las Zonas Azules tienen esto en común. Viven vidas con intención y propósito.

Un estudio de 2008 de más de 43.000 japoneses encontró que no tener ikigai estaba relacionado con un 60% más de riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.

Ser espiritual (no necesariamente religioso)

En las Zonas Azules, los centenarios participan en prácticas espirituales que, según los expertos, imparten un sentido de arraigo y pertenencia.

Espiritualidad no es sinónimo de religión organizada, advierte el doctor Jeste. La espiritualidad puede venir en forma de estar en comunión con la naturaleza o de realizar actos de altruismo.

"Un ateo aún puede ser espiritual en el sentido de que cree que hay algo más grande, algo que no podemos ver, oír o sentir", dice el médico californiano.

Aún así, está comprobado que pertenecer a una iglesia crea un fuerte sentido de comunidad, un factor comprobado para vivir entre cientos. La comunidad de Loma Linda alberga a 21.000 personas que son predominantemente adventistas del séptimo día, una religión que exige un estilo de vida saludable y actos de servicio.

En 2009, investigadores de Loma Linda y Austin, Texas, descubrieron que era la fe lo que impulsaba sus hábitos saludables y su bienestar emocional. Estaban comprometidos con los miembros de su comunidad y eran físicamente activos. También ayuda que se abstengan del alcohol.

Manejan el estrés

Los centenarios sanos suelen mantener niveles bajos de estrés gracias a una variedad de prácticas que incluyen tener un sistema de apoyo sólido y echar muchas siestas durante el día.

No es ningún secreto que ese estrés crónico produce un desgaste gradual en el cuerpo. Se ha demostrado que el estrés crónico aumenta el riesgo de demencia, ansiedad, insomnio, presión arterial alta e incluso un sistema inmunitario debilitado.

Una práctica particularmente útil y que desafía la edad se llama afrontamiento proactivo, una estrategia orientada al futuro que implica prepararse para el éxito anticipando posibles factores estresantes y actuando con anticipación para prevenirlos o mitigar su impacto.

Tener una perspectiva realista sobre los factores estresantes de la vida y cómo responde la gente es igual de importante. No hacer montañas a partir de un grano de arena es una de las claves.

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