El avión B-21 Raider, el bombardero de última tecnología de EEUU, vuela por primera vez

Northrop Grumman, conglomerado de empresas aeroespaciales y de defensa de Estados Unidos, puso a prueba el pasado 10 de diciembre el bombardero furtivo de sexta generación llamado B-21 Raider en Palmdale (California).
El bombardero B-21 durante su primera prueba de vuelo.
El bombardero B-21 durante su primera prueba de vuelo.
Mike Henry
El bombardero B-21 durante su primera prueba de vuelo.

Northrop Grumman, conglomerado de empresas aeroespaciales estadounidenses y de defensa, presentó en diciembre del año pasado el bombardero furtivo de sexta generación llamado B-21 Raider. Dicha aeronave militar está diseñada para lanzar municiones convencionales y nucleares con una precisión formidable, forma parte de la futura fuerza de bombarderos del Ejército de Estados Unidos, no necesita apoyo logístico y es multifuncional -puede hacer cualquier cosa, desde la recopilación de información hasta la gestión de batallas y la integración de aliados y socios-.

Sin embargo, para poner a prueba todas sus capacidades, el pasado 10 de noviembre, B-21 despegó por primera vez desde la histórica Planta 42 de la Fuerza Aérea en Palmdale (California) mientras iba acompañado por un avión de persecución F-16, además, se dirigió a la Base de la Fuerza Aérea Edwards (California) para llevar a cabo las "pruebas de vuelo formales".

A pesar de que se conocen pocos detalles oficiales del vuelo, el objetivo de esta 'prueba de fuego' consistió en proporcionar "capacidades de ataque penetrantes, de largo alcance y de supervivencia para disuadir agresiones y ataques estratégicos", indica el diario The Drive

Por otro lado, esta prueba permite "mitigar los riesgos, optimizar el diseño y mejorar la eficacia operativa", asimismo, se trata de "un paso crítico en el programa de pruebas de vuelo del B-21".

El bombardero B-21 da inicio a unas pruebas más rigurosas

Tras esta primera prueba de vuelo, B-21 empezará con unas pruebas de vuelo más rigurosas en Edwards "para entrar en servicio a mediados de la década de 2020" y reemplazar a los bombarderos B-2 y B-1 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. 

Por otro lado, "si bien el B-21 se convertirá en una parte clave de la tríada de disuasión nuclear del país estadounidense, hará mucho más que ese papel crítico. Además de ser capaz de realizar ataques convencionales, ofrecerá una serie de otras capacidades, desde recopilar información hasta gestionar la batalla".

Después de todo, dicho bombardero es un componente de la amplia y secreta Familia de Sistemas de Ataque de Largo Alcance (LRS FoS, por sus siglas en inglés), se sabe que LRS FoS incluye el sigiloso misil de crucero con armamento nuclear Long Range Stand-Off (LRSO, por sus siglas en inglés) -una de las principales armas del Raider que ya se encuentra en pruebas de vuelo- y existe la posibilidad de que aproveche los desarrollos de la iniciativa Next Generation Air Dominance (NGAD, por sus siglas en inglés) para adquirir miles de drones altamente autónomos.

El bombardero dispondrá de capacidades para ataques penetrante, de largo alcance y de supervivencia para disuadir la agresión y los ataques estratégicos del enemigo.
El bombardero B-21
Fuerza Aérea de EEUU

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