La Unión Internacional de Telecomunicaciones reveló en septiembre del año pasado un plan con China para construir dos constelaciones de órbita terrestre con 12.992 satélites. En la actualidad, se conoce que China va a empezar un proyecto de internet satelital apodado ‘Guo Wang’, que supervisará la construcción y operación de una megaconstelación.
Bao Weimin, un funcionario de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), afirmó en una entrevista con Shanghai Securities News que estaban “planeando y desarrollando satélites de Internet basados en el espacio” y que habían lanzado “satélites de prueba”. Bao explicó que el proyecto consistía en crear una compañía de “red nacional” (Guo Wang) que sería “la responsable de la planificación y operación general de la construcción del Internet por satélite”.
El presidente de China Spacesat Co. Ltd., Ge Yujun, comentó en ThePaper que los departamentos nacionales están llevando a cabo la planificación general de la construcción de la constelación. De este modo, los planes originales de las constelaciones planteadas, Hongyan y Honyun, “sufrirán cambios importantes”.
Ambas constelaciones fueron anunciadas en 2018 y la idea inicial consistía en que cientos de satélites de comunicaciones orbitarían la Tierra. Desde entonces, se han lanzado varios satélites de verificación y CASC estaba planeando lanzar 60 satélites Hongyan en 2022.
Aún se desconoce cómo se realizará finalmente el proyecto. Sin embargo, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China apuesta por una red integrada de satélites de comunicaciones como uno de sus “objetivos a largo plazo” para el 2035.
El director de programas del sector privado en Secure World Foundation, Ian Christensen, apoya el proyecto de ‘red nacional’: “El desarrollo de la constelación también proporcionará empleo doméstico, anclará agrupaciones industriales relacionadas con el espacio y contribuirá al desarrollo económico”.
Con este proyecto, China se suma a otras constelaciones de satélites, como las de SpaceX y de Amazon. Aunque estos planes tengan un fin práctico, también puede resultar peligroso. Los desechos espaciales son cada vez más y la probabilidad de un choque entre satélites o restos de ellos aumenta. Asimismo, también es preocupante que este creciente número de satélites imposibilite el estudio astronómico de varios investigadores.
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