La misión DART (Double Asteroid Redirection Test, por sus siglas en inglés) es la primera prueba de defensa planetaria que evitará los posibles impactos de asteroides contra la Tierra, además, tiene la intención de evitar consecuencias catastróficas de un evento de esta magnitud.
A pesar de que este proyecto de la NASA evitaría el choque de un asteroide con nuestro planeta, un científico de dicha agencia espacial estadounidense ha compartido un estudio en el que refleja que "las probabilidades de impacto son mucho mayores".
James Garvin (científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA) actualizó las cifras de hace años para hacer el estudio y crear mapas en 3D a través de las antiguas zonas de impacto (dos de ellas ubicadas en Latinoamérica, Pantasma en Nicaragua e Iturralde en Bolivia) y sus correspondientes cráteres (Bosumtwi en Ghana y el Zhamanshin en Kazajistán).
Garvin señala en el estudio que ha centrado su atención "en cuatro cráteres de impacto complejos que abarcan el último millón de años de la historia de la Tierra, principalmente dentro de las regiones tropicales, con diferentes características de roca objetivo".
Estudio basado en datos reales
Como se puede observar en la imagen, el impacto que generó Pantasma es equivalente a 727 mil megatones y fue "suficiente para volar parte de la atmósfera de la Tierra y distribuir su impacto a nivel mundial", aunque en su momento, el cráter centroamericano se estimó en 14 kilómetros, pero gracias al mapa en 3D se establece en 33 kilómetros.
Por otro lado, el cráter de Iturralde se midió en 9,6 kilómetros a pesar de que los datos actuales le otorgan un tamaño de 28,9 kilómetros.
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