La colaboración espacial de Rusia está en el punto de mira desde el inicio de la guerra contra Ucrania, además, en numerosas ocasiones, la agencia espacial Roscosmos anunció que no seguiría colaborando con la Agencia Espacial Europea (ESA) en la misión Exomars y que abandonaría la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2024 para centrarse en la construcción de su Estación Orbital Rusa.
Como informamos recientemente en 20Bits, la última decisión mencionada requirió un compromiso financiero que el gobierno ruso no mostró para las hazañas espaciales existentes del país, teniendo en cuenta que, mientras tanto, Estados Unidos empezó a buscar un nuevo socio para sustituir a Rusia, debido a que la estación está diseñada de tal forma que los socios dependen unos de otros —es decir, el lado estadounidense de la EEI proporciona energía, mientras que el lado ruso otorga propulsión y evita que la plataforma caiga a la Tierra—.
Sin embargo, después de varios tira y afloja por parte de Rusia, el país de Putin se comprometió a formar parte del proyecto hasta 2028, además, Roscosmos decidirá si al final mantiene su presencia en la EEI a partir de 2028 "en dependencia del estado técnico" de la plataforma orbital. Pero, ¿en qué estado técnico se encuentra la Estación Espacial Internacional?
La NASA afirma en su blog que "en mayo de 2023 se emitió un borrador de Solicitud de propuestas (RFP) para vehículos de desorbitación de Estados Unidos", añadiendo que "en septiembre de 2023 se publicó una RFP final" —sin llegar a dar más detalles sobre la situación en la que se encuentra—.
No obstante, la decisión de la NASA para poner punto y final a la EEI tiene que ver con la estructura primaria, debido a que "se ve afectada por la carga dinámica (como los acoplamientos y desacoplamientos de naves espaciales) y los ciclos térmicos orbitales", teniendo en cuenta que "la NASA se ha comprometido a utilizar plenamente y operar de forma segura la estación espacial hasta 2030".
Entonces, ¿por qué Rusia plantea abandonar la EEI?
A principios de 2023, Rusia puso fecha para comenzar a desplegar el sucesor de la Estación Espacial Internacional: la Estación Orbital Rusa (EOR, por sus siglas). Además, el país tiene previsto empezar la puesta en órbita en 2027.
Esta nueva plataforma se colocará en una órbita de latitud alta con una inclinación de 97 grados y operará en una órbita heliosíncrona de 400 kilómetros de altitud, permitiendo la monitorización de toda la superficie de la Tierra. No obstante, la estación también quiere realizar observaciones de alta frecuencia de Rusia desde el espacio y dar acceso a la estación para llevar a cabo más experimentos médicos y fisiológicos —de los que actualmente se realizan en el segmento orbital ruso de la EEI—.
Por otro lado, está previsto que, tras la puesta en órbita del primer módulo ruso, llevará una década completar la configuración de la nueva plataforma orbital.
No obstante, a pesar de que Rusia quiere abandonar la EEI, Roscosmos decidió apoyar el plan para mantener el segmento ruso de la Estación Espacial Internacional hasta al menos 2028, debido a que no hay una financiación que pueda cubrir los gastos del proyecto —a pesar de que el Gobierno ruso tiene que aprobar los fondos para llevar a cabo la estación rusa—.
Mientras tanto, Rusia sigue trabajando en el diseño de EOR, además, el módulo científico y energía (NEM, por su siglas en ruso) actualmente se encuentra en la fase final de su construcción y podría ser el primer componente de la estación espacial rusa.
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