Lo último en construcción son drones que levantan edificios desde el aire mediante la impresión 3D

Los drones vuelan de forma autónoma, pero necesitan supervisión humana para que corrija cualquier error.
Los drones vuelan de forma autónoma, pero necesitan supervisión humana para que corrija cualquier error.
Nature
Los drones vuelan de forma autónoma, pero necesitan supervisión humana para que corrija cualquier error.

Los drones actuales suelen desarrollarse para el campo de batalla o como sistemas de rescate o de reparto. Sin embargo, sus funcionalidades podrían ir más allá y ayudar a construir edificios en lugares de difícil acceso (como otros planetas o satélites naturales), al menos eso proponen los investigadores de Imperial College de Londres y el Instituto Empa de Suiza.

Su estudio, publicado en la revista Nature, ha ideado un enjambre de drones semiautónomos que funcionarían de manera colaborativa. Se llamaría Fabricación aditiva aérea (Aereal-AM) y trabajarían como albañiles aéreos creando construcciones en 3D aptas para la supervivencia humana en el espacio.

"Hemos probado el concepto de que los drones puedan funcionar de forma autónoma y en conjunto para construir y reparar edificios, al menos en el laboratorio", ha confirmado el autor principal de la investigación Mirko Kovac, del Departamento de Aeronáutica de Imperial y el Centro de Tecnología y Materiales de Robótica de Empa.

Los supervisores y los albañiles

Según detalla en Nature, los drones se organizarían en dos grupos encargados de diferentes tareas. Uno estaría conformado por los supervisores (Scan Drones) de las operaciones y el otro tendría que construir (Build Drones). Ambas partes se basarían en planos de construcción digitales que los drones deberían analizar para seguir las indicaciones y crear a estructura correctamente.

A pesar de que los drones se entrenasen para construir bien, la supervisión humana sería importante, para corregir el trabajo de las máquinas.

El material con el que los Build Drones construirían los edificios se dispensaría a través de una boquilla que tienen los drones, donde se podría colocar cemento u hormigón líquido. Este sistema ya se ha usado para grandes infraestructuras.

Sin embargo, la impresión 3D de estos drones se haría en pleno vuelo, algo que desestabiliza la construcción. Para superar este reto, los investigadores hicieron que la boquilla pudiese moverse de forma lateral y, así, lograron compensar el movimiento del dron.

Por su parte, los Scan Drones serían los encargados de dar indicaciones a distancia para nivelar el trabajo de los drones ‘albañiles’. Estos podrán adaptar los planos digitales para adaptarse a las variaciones geométricas de la estructura que podrían ir apareciendo.

Las pruebas en el laboratorio

Aunque todavía no se haya comprobado su funcionamiento en la vida real, los investigadores han podido hacer ensayos dentro de un laboratorio. Ellos aseguran que el prototipo tiene una precisión de unos 5 milímetros.

No obstante, cabe señalar que se ha probado en estructuras más sencillas de las que podrá edificar en un futuro. Una de ellas ha sido un cilindro de 72 capas de 2,05 metros, hecho con poliuretano en expansión; la otra ha sido un segundo cilindro de 28 capas de 18 cm, hecho de un material parecido al cemento.

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