Miedo ante las tormentas solares: estos son los planes para proteger a los humanos de su radiación

El próximo año se lanzará la nave espacial Space Weather Follow On Lagrange 1 (SWFO-L1) de la NOAA —la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU— y permitirá una mirada continua y sin obstáculos a la corona del Sol para detectar eyecciones de masa coronal.
El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA capturó esta imagen de una llamarada solar X5.8 que alcanzó su punto máximo el 10 de mayo de 2024.
El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA capturó esta imagen de una llamarada solar X5.8 que alcanzó su punto máximo el 10 de mayo de 2024.
NASA
El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA capturó esta imagen de una llamarada solar X5.8 que alcanzó su punto máximo el 10 de mayo de 2024.

La victoria en el vuelo de prueba de Starship de la semana pasada ha hecho que muchos veamos el siguiente paso de la humanidad en el espacio un poco más cerca: volver a pisar la Luna y, poco a poco, establecer allí una base de operaciones.

Hablo de victoria porque, por primera vez, SpaceX consiguió que su megacohete retornara a la Tierra tras un vuelo orbital sin ‘desaparecer’ o sin explotar. La primera etapa, el propulsor Super Heavy, hizo una reentrada perfecta y logró encender sus motores y realizar un amerizaje suave en aguas del Golfo de México. Por su parte, Starship, aunque en el reingreso vio desintegrarse a alguna de sus partes, pudo soportar las altas temperaturas de la atmósfera y acabó en el océano Índico tal y como estaba previsto.

Ver cómo despega este monstruo de 5.000 toneladas y 121 metros de altura es un espectáculo increíble si te apasiona el sector aeroespacial, pero aún lo es más pensar que en un par de años la Starship irá tripulada y nos volverá a llevar a la Luna… si las tormentas solares no lo impiden, claro.

¿Cuándo volverán los humanos a la Luna?

A finales de febrero de este año, la NASA logró otro éxito importante para que regresemos a nuestro satélite natural: alunizar el módulo Odiseo en la superficie lunar, llevando “instrumentos que nos prepararán para la futura exploración humana” de la Luna bajo la misión Artemis.

Llevar un robot y unas cuantas herramientas a la Luna no debería ser tan complicado, al fin y al cabo lo hicimos —con humanos incluidos— hace más de 50 años. La Luna fue un objetivo frecuente de las naves espaciales estadounidenses las décadas de los 60 y los 70 debido a la Guerra Fría y la batalla con la entonces Unión Soviética para ganar la carrera espacial. Entonces, llegar a la superficie lunar era casi más un imperativo de seguridad nacional que un objetivo científico. Estados Unidos puso allí a 12 astronautas en seis misiones Apolo entre 1969 y 1972.

Sin embargo, desde entonces, la tarea no ha sido fácil y el viaje hasta allí es complicado, como pudo comprobarse con la fallida sonda Peregrine, el lanzamiento anterior a Odiseo dentro del programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar de la NASA —CLPS, por sus siglas en inglés—.

Los expertos hablan de una tasa de éxito en torno al 50% en una misión a la Luna y solo Estados Unidos, Rusia, China, India y, más recientemente, Japón han conseguido posarse en su superficie.

Tras numerosos retrasos, la NASA ahora apunta a septiembre de 2025 para Artemis II, la primera misión de este programa que llevará tripulación a un viaje alrededor de la Luna, y a septiembre de 2026 para Artemis III, que llevará a astronautas al Polo Sur lunar.

En noviembre de 2022, la agencia espacial estadounidense completó la primera misión no tripulada en la Luna y comprobó que la nave Orion es capaz de realizar las maniobras necesarias para garantizar la seguridad y estabilidad durante su viaje al satélite.

El problema de las tormentas solares y cómo se van a proteger los astronautas

Las inminentes misiones lunares Artemis con tripulación añaden una preocupación: tras las fuertes tormentas solares vividas el último mes, existe cierto miedo al no tener la atmósfera y el campo magnético de nuestro planeta como protección ante el flujo constante de radiación y partículas cargadas liberadas por el Sol.

Ian Cohen, científico jefe adjunto de exploración espacial en el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins, explica en el medio especializado SpaceNews que la mayoría de las naves espaciales diseñadas para la exploración humana, incluidas las de Artemis, están construidas para proteger a los astronautas de los peligros de la radiación.

Además, “también existen protocolos en la NASA para monitorear y responder a tales eventos y áreas de la nave espacial específicamente diseñadas donde los astronautas pueden refugiarse”, agrega Cohen.

La nave espacial Orion está equipada con detectores de radiación y alarmas de precaución y advertencia y los miembros de la tripulación llevarán dosímetros activos para monitorizar su exposición.

La mayor amenaza surge cuando los astronautas realizan actividades extravehiculares en el espacio o en la superficie lunar. En tales casos, la NASA podría modificar o cancelar estas actividades para garantizar la seguridad de la tripulación.

El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) está trabajando con especialistas en radiación espacial de la NASA para reforzar el apoyo del clima espacial para las expediciones humanas a la Luna.

Desde este organismo aseguran que están “bien preparados” para la próxima misión Artemis II de 2025 y que harán “el mejor trabajo de pronosticar, advertir y alertar a los astronautas” en caso de eventos solares que puedan ser un problema de salud humana. 

Actualmente, ya se tiene un buen conjunto de herramientas de pronóstico, con mejores capacidades de modelado, datos de mayor calidad y tecnología avanzada para detectar y advertir sobre eventos solares que podrían afectar la salud de los astronautas.

No obstante, se necesita más información detallada sobre la duración y la intensidad de los eventos solares para mejorar los pronósticos.

El lanzamiento del satélite GOES-U de la NOAA, programado para el 25 de junio, y el futuro lanzamiento del satélite Space Weather Follow On Lagrange 1 (SWFO-L1) de esta misma administración en 2025 contribuirán significativamente a esta tarea. 

Estos satélites proporcionarán imágenes detalladas de la corona solar y ayudarán a detectar eyecciones de masa coronal. En el caso del SWFO-L1, la visión de la corona del Sol sin interferencias de la Tierra será continua y sin obstáculos.

La nave espacial Space Weather Follow On Lagrange 1 (SWFO-L1).
La nave espacial Space Weather Follow On Lagrange 1 (SWFO-L1).
NOAA

Lo que sabemos sobre la misión tripulada a la Luna Artemis III

Sobre Artemis III sabemos que será un viaje de unos 30 días desde la Tierra y dentro y fuera de la órbita lunar a bordo de la nave espacial Orion de la NASA. Todavía no se conoce la tripulación, pero lo que sí sabemos es cómo irán vestidos en su viaje espacial.

De impulsar fuera de la Tierra a Orion se encargará el megacohete SLS —Space Launch System—, “el único cohete lo suficientemente potente como para enviar Orion, su tripulación y sus suministros a la Luna en un solo lanzamiento”.

La empresa aeroespacial de Elon Musk, SpaceX, es la compañía seleccionada por la NASA para proporcionar el sistema de aterrizaje humano que transportará a los astronautas de Artemis III desde Orión en órbita lunar hasta la superficie de la Luna y viceversa.

La empresa de Musk ha celebrado la noticia compartiendo esta ilustración de Starship en la Luna.
Ilustración de Starship en la Luna.
SpaceX

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