La Fuerza Aérea de Estados Unidos elige a Sierra Nevada Corporation, una corporación aeroespacial estadounidense, para diseñar y construir un nuevo avión de comando y control para sustituir a la aeronave Boeing E-4B del Centro Nacional de Operación Aerotransportadas (NAOC, por sus siglas en inglés).
Este novedoso vehículo aéreo del NAOC ofrecerá comando, control y comunicaciones con capacidad de supervivencia en caso de emergencia total o destrucción de los centros de control de comando en tierra –como es probable en una guerra nuclear–. Además, según el diario Military Aerospace, los líderes militares quieren un avión comercial con capacidad de reabastecimiento de combustible en vuelo y que sea capaz de protegerse contra los efectos nucleares y electromagnéticos.
Respecto al resto de sus capacidades, la aeronave, que debería estar operativa en la década de 2030, debe dirigir las fuerzas estadounidenses, ejecutar órdenes de guerra de emergencia, coordinar acciones de las autoridades civiles en caso de una emergencia nuclear y poseer una amplia variedad de comunicaciones y redes seguras, ordenadores de alta velocidad, componentes electrónicos resistentes a la radiación y la capacidad de resistir los efectos del pulso electromagnético.
Asimismo, estará a bordo de un nuevo avión "rentable" con un moderno subsistema de comunicaciones, un subsistema de redes y subsistemas avanzados de mando y control.
Por otro lado, este avión transportará al presidente de Estados Unidos, al secretario de Defensa y al Estado Mayor Conjunto en caso de una emergencia nacional; teniendo en cuenta que también les brindará apoyo en viajes fuera de Estados Unidos para mantener la conectividad del mando y el control militar nacional.
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