Hemos asistido a la inauguración de la nueva tienda de Zara en Madrid, que abre sus puertas hoy viernes para ofrecer a sus clientes un establecimiento de 7.700 metros cuadrados en los que, además de la ropa, la tecnología es la gran protagonista.
El Edificio España se encuentra en Gran Vía y consta de cuatro plantas en las que el grupo Inditex ofrecerá productos de Zara Home, Zara Beauty y Stradivarius.
Con esto ya contaban sus otras tiendas o su web online, sin embargo, la tecnología ha llegado para hacerla accesible a todos los clientes.
El objetivo de esta tienda virtual es maximizar la experiencia del cliente, lo que será posible con el servicio Pay&Go que permitirá que los clientes adquieran las prendas con tan solo escanearlas a través del teléfono móvil.
Una vez pagadas las nuevas adquisiciones, el cliente puede acudir a alguno de los distintos puntos Pay&Go disponibles en la tienda donde, a través de un código QR generado en la app, podrá retirar el dispositivo antirrobo de la prenda y llevársela a casa.
Punto de devoluciones online
En declaraciones a 20Bits, Rubén Fernández, personal de departamento Omnichannel (Zara), nos ha explicado que este punto de devoluciones online es el primero que van a tener en el mundo.
La devolución se puede hacer insitu o pedirla desde el domicilio. Se solicita desde la aplicación, como una solicitud normal y se genera un QR.
Este código QR identifica tu solicitud y en este punto de la tienda lo escaneas para identificarte, imprimes la etiqueta que genera la máquina, la pegas en tu paquete y lo echas al buzón.
El personal de Zara ha detallado que “esta nueva tecnología está pensada para que el mundo físico y virtual sea el mismo. Y convertir al cliente de Zara en un cliente unicanal”.
Con esta herramienta, el cliente podrá devolver aquellas prendas que haya adquirido exclusivamente a través de la web o de la app sin necesidad de dirigirse a caja ni hacer colas, solo tendrá que dirigirse al punto digitalizado.
Probador inteligente
El objetivo del probador inteligente es evitar filas, ya que, mediante la aplicación, se puede reservar un probador.
Sin embargo, para las personas que no tienen acceso a la aplicación, se les entrega un QR y cuando llega su turno lo escanean y pasan al probador que les haya sido asignado.
Además, el establecimiento contará con otros servicios tecnológicos para agilizar la experiencia de compra de los clientes como zona de autocobro, un punto de recogida de compra online con un silo robotizado con capacidad de hasta 1.500 pedidos, cajas específicas para la atención de devoluciones y zona de reciclaje de cartón para los usuarios.
La tienda también dispondrá de un lector de código QR en la entrada para descargar el directorio del establecimiento y conocer las prendas disponibles en el mismo.
¿Y su exterior? La fachada de este magestruoso edificio llama considerablemente la atención.
Los vidrios gigantes de la ‘flagship’ de Zara
En 1953 este edificio llegó a ser el rascacielos más alto de Europa. Cada una de las casi 30 hojas que acristalan los bajos del edificio miden cerca de 6,5 metros de altura y 3 metros de ancho.
La empresa Tvitec ha detallado que, en Europa, procesar lunas de estas dimensiones con las condiciones de seguridad, transparencia y aislamiento acústico requeridos para el proyecto del grupo Inditex no es factible para todas las transformadoras.
Todas estas unidades de vidrio se han fabricado en la planta que Tvitec tiene en Cubillos del Sil (León). Son unas laminas de seguridad que constan de unidades formadas por tres vidrios de 12 mm. de grosor, y entre ellos se intercalan unas láminas especiales incoloras para blindarlas y, en caso de rotura, que el vidrio quede erguido y pegado al Pbv evitando así daños para las personas.
Para que ,además de seguras, comercialmente se logre la máxima transparencia en la conexión entre el interior del establecimiento y el exterior, se ha optado por un tipo de vidrio especial como el Low-iron, con bajo contenido en hierro, que acentúa la belleza de los acristalamientos por su pureza y luminosidad.
Además, cada una de estas unidades laminadas pesa cerca de dos toneladas (1850 kilogramos); y las características de las láminas entre vidrios garantizarán adicionalmente un aislamiento notable frente al ruido, lo que redundará en la confortabilidad de los clientes en el interior del edificio.
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