Los robots aspiradores cada día están más especializados. Los más sofisticados, además de absorber la suciedad, pasan la mopa soltando un poquito de agua para limpiar el suelo mientras se deslizan. Pero la mayoría no son capaces de librarse de la suciedad incrustada. Por eso Yeedi ha decidido incluir dos mopas giratorias en su último robot, un sistema que no solo deshace mejor la suciedad, sino que gracias a su base de autolimpiado, permite al usuario olvidarse limpiar al limpiador.
Cuando el Yeedi Mop Station lleva las mopas acopladas evitará las alfombras para no dañarlas, pero el usuario podrá retirarlas si quiere que el robot solo aspire, recorriendo todo el hogar sin excepciones.
Este limpiador automatizado cuenta con una serie de sensores de proximidad y una cámara que le permite trazar un mapa completo del hogar, que luego se puede editar para añadir áreas de exclusión o pedirle que limpie una habitación determinada.
A través de la ‘app’, el usuario puede elegir el nivel de aspirado y la cantidad de agua que suelta el robot, pero no modificar las habitaciones de la casa trazadas.
Conviene retirar todos los cables y obstáculos, ya que el robot tiende a enredarse con ellos, así como las alfombras finas, ya que al Yeedi le gusta mucho agarrarlas y llevárselas de paseo.
Más fregona que aspiradora
La potencia de succión de 2500 pascales no es de las más fuertes del panorama robot, pero es más que suficiente para deshacerse de pelos, polvo, migas y demás suciedad. En cuanto al fregado, aunque nunca será tan efectivo como uno manual, es el más competente del mercado, gracias a sus mopas giratorias que ejercen la presión precisa sobre el suelo para limpiarlo sin dañarlo. Su principal hándicap es que el robot evita las alfombras cuando tiene las mopas acopladas, lo que obliga al usuario a elegir entre aspirar toda casa, alfombras incluidas, o fregar el suelo.
La base es grande, pero tiene un diseño sencillo y elegante que no desentona. Cuenta con dos depósitos, uno de agua limpia y otro que va recogiendo el agua sucia tras limpiar las mopas. El usuario deberá vaciar uno y llenar de agua limpia el otro cada 6 o 7 pasadas, aproximadamente.
Por desgracia, la base no cuenta con un sistema de autovaciado del depósito de suciedad, por lo que, tanto esta labor, como rellenar el tanque de agua que nutre al Yeedi de agua para fregar, es un trabajo que el usuario deberá realizar de manera manual. La automatización es, por lo tanto, parcial.
Tres horas pueden no ser suficientes para limpiar casas muy, muy grandes, pero este robot vuelve recurrentemente a la base para limpiar sus rodillos giratorios y puede aprovechar para recargar pilas y seguir limpiando el suelo ya que recuerda dónde lo dejó.
En el día a día, el usuario puede extraer las mopas para que el robot solo aspire pero limpie también las alfombras, y una vez por semana puede colocar el sistema de fregado para realizar una limpieza más profunda.
Por unos 600 euros, la Yeedi Mop Station es una de las aspiradoras más caras del fabricante chino, un precio que tendrán que pagar aquellos que quieran un robot capaz de quitar la suciedad incrustada en el suelo.
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