MSN Messenger cumple 25 años: qué fue de la plataforma más adictiva de los primeros 2000

'El Messenger' marcó las vidas de toda una generación de personas que en los años 2000 eran adolescentes y jóvenes: supuso un salto enorme y nos permitió dejar atrás las conversaciones a través del teléfono fijo de casa para tener mayor privacidad para hablar cuando, como y con quien quisiéramos.
MSN Messenger fue lanzado por Microsoft el 22 de julio de 1999, hace 25 años.
MSN Messenger fue lanzado por Microsoft el 22 de julio de 1999, hace 25 años.
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MSN Messenger fue lanzado por Microsoft el 22 de julio de 1999, hace 25 años.

Tanto si estás cerca de la treintena como si hace días que la pasaste, seguramente haya un hueco en tu corazoncito para que te hable de MSN Messenger, la plataforma de mensajería más popular de los primeros años 2000 que arrasó en todo el mundo, también en España.

MSN Messenger está grabado a fuego en el recuerdo de todos los que nos pasamos la adolescencia delante de la pantalla del ordenador chateando en esta plataforma. Horas y horas de conversaciones, de mandar zumbidos y de cambiar estados, habitualmente intentando que él o ella se diese por aludido o aludida.

Este servicio fue lanzado por Microsoft la medianoche del 22 de julio de 1999, lo que significa que han pasado 25 años desde que nació y que tú has envejecido un cuarto de siglo.

En esencia, MSN Messenger era una plataforma donde los usuarios podían chatear en tiempo real, enviar emoticonos, compartir archivos y realizar videollamadas. Algo así como si juntases en un mismo espacio WhatsApp, Instagram y Teams, pero con un aire mucho más retro.

¿Cómo te conectabas a ‘El Messenger’?

No hacía falta mucho para empezar a usarlo: bastaba con que añadieses la dirección de correo electrónico de alguien —probablemente @hotmail.com— para que pudieses incluirle en tu lista de contactos.

Un sistema, por cierto, algo más respetuoso con la privacidad que tener que conocer el número de teléfono de una persona para chatear con ella, como hasta el momento hace WhatsApp —aunque esto podría cambiar pronto con la función de nombres de usuario en la que trabaja la plataforma—.

Es cierto que también te pedían un dato privado —tu email—, pero muchos optaban por crearse una cuenta solo para el servicio de Microsoft y seguían usando la suya personal para el resto.

Pero volvamos a MSN Messenger. Esta proto red social se convirtió rápidamente en una herramienta esencial para la comunicación online en la que todos queríamos estar y probablemente más de una vez tuviste que luchar con tu padre o tu madre para dejarles sin línea de teléfono fijo porque la necesitabas para la conexión de Internet.

Hagamos otro pequeño inciso para otro elemento nostálgico de aquella época como es el módem. Cuando Internet llegó a España, evidentemente no existía banda ancha: las conexiones se realizaban a través de llamadas de teléfono gracias a un módem, ese aparato que pitaba al conectarse a la Red. Como recordarás, o te imaginarás si no lo viviste, aquello no era demasiado rápido —ver un vídeo era una odisea—.

¿Qué funciones tenía MSN Messenger?

‘El Messenger’ marcó un antes y un después en nuestra forma de relacionarnos con el mundo y nos preparó a toda una generación para la era digital que todavía estaba por llegar. Sustituyó a las largas llamadas telefónicas con tus amigos por una adicción total a hablar sin verse y sin oírse, incluso aunque acabaras de estar con esas personas.

Como digo, si tenemos en cuenta viejas glorias como MSN Messenger o MySpace, las redes sociales de hoy en día no han inventado nada. Un buen ejemplo es que MSN Messenger ya tenía una barra de estado desde la que podías mostrar un mensaje personal. Incluso podías personalizar el tipo de letra e incluir símbolos. Y todo era visible para los demás usuarios.

La diferencia es que entonces éramos tal vez más ingenuos y más inexpertos y te abrías en canal con tremendas frases existenciales que probablemente hoy no dirías de forma tan pública. O puede que eso tan solo fuera la adolescencia.

Otra de sus características más distintivas era el botón del ‘status’, una manera de mostrar con solo un vistazo si estabas disponible, ocupado u offline. También muchas veces era la excusa perfecta para lo que hoy llamaríamos ‘dejar en visto’. Además, había un ‘modo fisgón’, ya que la plataforma permitía permanecer invisible para que no te molestara nadie. Por supuesto, también podías bloquear contactos cuando te enfadabas con tu amigo o con tu pareja.

Uno de los momentos más emocionantes era cuando ese alguien se conectaba y la plataforma te avisaba de ello con una pequeña notificación que siempre nos hacía dar un brinco al corazón. Esta característica creo que resultaría bastante útil hoy en día, ya que servicios como WhatsApp no te permiten desconectarte ni informan al resto de cuándo estás disponible o cuándo no.

No me olvido de los ya mencionados zumbidos, un toque de atención cuando querías que alguien te hiciera caso que hacía que la ventana de chat de la otra persona vibrara durante unos segundos. Algo así como mandar ahora una veintena de ‘eooooo’, pero que requería menos esfuerzo.

Ni tampoco de la que para muchos era la mejor función y una carta abierta de nuestra situación emocional según el momento: poder mostrar la canción que estabas escuchando como estado, que normalmente también solía ser una indirecta para tu amor de adolescencia.

Pero, sobre todo, lo que MSN Messenger nos dio fue cierta intimidad: alejados del teléfono fijo del salón, en el que hablabas a susurros para que el resto de la familia no escuchara lo que decías, se nos abrió la puerta a un chat infinito sin límite de horarios ni de espacio en el que podíamos escribir lo que quisiéramos cuando quisiéramos a quien quisiéramos. Y lo queríamos todo el rato.

¿Qué pasó con MSN Messenger?

A finales de 2005, MSN Messenger fue rebautizado como Windows Live Messenger, tal vez como un intento de parecer una plataforma más integral. Los datos no pintaban mal: en junio de 2009 alcanzó su pico máximo con 330 millones de usuarios mensuales en todo el mundo.

El problema de este programa es que no supo convertirse en la red social que requerían los nuevos tiempos, marcados por usuarios distintos a los primeros internautas y por la irrupción de los smartphones. Así, aparecieron otros jugadores como Facebook (2004) o WhatsApp (2009) que acabaron por comérsele la tostada.

Conforme la red social de Mark Zuckerberg se hacía más laxa en cuanto a las restricciones de acceso, la pérdida de usuarios de Messenger crecía. Viendo su caída en picado, Microsoft decidió integrar la plataforma dentro de Skype —fundada en 2003 y adquirida por los de Redmond en 2011— para los pocos que todavía la usaban, aunque mantuvo su funcionamiento independiente en China.

En octubre de 2014, el que fuera el rey de los servicios de mensajería instantánea cerró sus puertas para siempre. Y todos nos olvidamos de los zumbidos, los estados con canciones dedicados al amor de nuestra vida, las horas interminables de conversaciones y el sonido de un mensaje nuevo entrando, aquel mítico ‘tinuní’ por el que nos levantábamos corriendo del sofá si no estábamos ya delante del ordenador. Hoy llevamos el móvil siempre en silencio y en lugar de chatear nos mandamos fotos que desaparecen en 24 horas.

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