España es uno de los países que más spam recibe a través de emails, según afirma un estudio de la empresa de ciberseguridad Kaspersky. Como señala la periodista y experta en redes sociales, periodismo móvil y desinformación, Camela Ríos Calvo, en su cuenta de X (antes Twitter), somos muchos los que nos preguntamos cómo llega nuestra dirección de correo electrónico a manos de los ciberdelincuentes que tratan de estafarnos. Una de las razones se encuentra en los datos que las páginas web almacenan sobre nosotros.
Las webs hace tiempo que dejaron de formar parte de un 'simple' servidor con archivos HTML y alguna imagen desde los que podíamos acceder desde los ordenadores. A esto se han añadido tecnologías como CSS, CDN, gestores de contenido, analítica web, cookies, SEO, etc.
Estos elementos que pasan inadvertidos para nosotros sirven para que el contenido se cargue rápidamente y también para ofrecernos otros sitios acordes a nuestros gustos, personalizando la experiencia de Internet. Alguna de la información que recopilan las páginas sobre nosotros es necesaria para el correcto funcionamiento de la web y la visualización de contenidos; otra se vende a terceros y perdemos el control de su uso.
Soluciones para tener un mayor control de tu privacidad
Hay navegadores como Firefox, Brave o Safari que cuentan con avisos y bloqueos para limitar la carga de los elementos de seguimiento. Sin embargo, al utilizarlos, es posible que haya contenidos de la página que no se carguen.
Si quieres mantenerte informado y conocer qué datos nuestros se mueven en la web y hacia dónde van, existe una herramienta llamada Blacklight que permite tener un mayor control de nuestra privacidad mientras navegamos por Internet.
Con Blacklight, los usuarios verán un análisis completo de todos los datos que están dando al estar dentro de una web. Esta herramienta te 'chiva' las tecnologías específicas de rastreo de usuarios del sitio y quién obtiene la información que se está recopilando en tiempo real.
Algunos datos que reconoce el sistema son: rastreadores de anuncios, cookies de terceros, si la web usa técnicas diseñadas para identificar internautas, aunque estos bloqueen las cookies de terceros, etc. En caso de que no te convenza, lo conveniente es dejar de entrar en esa página, para evitar que nuestra información esté utilizándose pese a que nos hayamos negado a ello.
¿Cómo usar Blacklight?
El funcionamiento de Blacklight es muy sencillo. Los usuarios que quieran emplearla únicamente deben entrar dentro de la web 'themarkup.org/blacklight', copiar y pegar la URL del sitio que deseen analizar y la herramienta se encargará de inspeccionarla.
El servicio está disponible únicamente en inglés, pero la traducción automática de Google no está nada mal y permite que podamos usarlo sin complicaciones. Es posible que haya alguna errata, sin embargo, se puede entender perfectamente las explicaciones que da Blacklight sobre el uso de ad trackers, cookies de terceros y otros elementos de seguimiento.
La herramienta es capaz de detectar cuando una página se salta el bloqueo de cookies o cuando realizan 'keylogging', que consiste en la acción de monitorizar el texto que escribimos en una web incluso antes de que enviemos los datos. También identifica las webs que graban la sesión, obteniendo nuestros movimientos del ratón, los clics, el scrolling y otras interacciones que realizamos.
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