Google vuelve a estar en el punto de mira de la justicia de Estados Unidos. Las fiscalías generales de Indiana, Texas y Washington (EE UU) han demandado este lunes a la compañía por hacer un seguimiento de ubicación a usuarios que habían desactivado esta función.
Las demandas alegan que Google “ocultó hechos materiales a los usuarios” sobre cómo rastrea y usa sus ubicaciones. Según comentan, estas prácticas quebrantan la Ley de Procedimientos de Protección al Consumidor de Washington y la Ley de Protección al Consumidor de Prácticas Comerciales Engañosas de Texas.
“Google lleva a los consumidores a creer que tienen el control de si Google recopila y retiene información sobre su ubicación y cómo se usa esa información -apunta la fiscalía de Washington-. En realidad, los consumidores que usan productos de Google no pueden evitar que recopile, almacene y se beneficie de su ubicación”.
We're leading a bipartisan group of AGs from Texas, Indiana, & Washington, each suing in state court to hold Google accountable.
— AG Karl A. Racine (@AGKarlRacine) January 24, 2022
We're seeking to stop Google’s illegal use of “dark patterns” & claw back profits made from location data. Read the complaint:https://t.co/KQCPiZSYxA
La empresa supuestamente ofrece opciones en su configuración para controlar que datos comparten con Google y cuáles no. No obstante, en las demandas se explica que son insuficientes y muchos usuarios no son conscientes de qué información cede a la compañía.
Estas prácticas de Google llevan teniendo lugar desde 2014, según la demanda de Washington, y ha supuesto que la marca haga un seguimiento de la ubicación de varios usuarios a raíz del uso de Search, Maps, Docs y otras apps.
Al acceder a estos datos, la fiscalía general de Washington considera que Google ha tenido una “capacidad sin precedentes para monitorear la vida cotidiana de los consumidores”. La principal razón por la que la compañía ha realizado estas actividades pueden ser los beneficios económicos: la publicidad digital fue casi el 82% de los ingresos totales de Google en el tercer trimestre de 2021.
“El resultado es que Google usa su ventana a la vida personal de millones de tejanos para vender publicidad dirigida diseñada a ejercer la máxima influencia sobre los usuarios –detallan en la demanda de Texas-. Al hacerlo, la compañía ha cosechado ganancias espectaculares a expensas de la privacidad de los tejanos”.
El aliciente que ha animado a estos estados del país norteamericano a presentar su demanda este lunes ha sido el artículo de Associated Press de 2018. En él, se descubrió que los servicios de Google estaban recopilando los datos de ubicación de los consumidores incluso cuando ellos habían rechazado el permiso de seguimiento.
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