La tecnología ha revolucionado y actualizado al sector de la salud, sin embargo, también puede llegar a suponer un riesgo para la seguridad. Cada vez existen más dispositivos y robots para los tratamientos médicos que están conectados a Internet y estos pueden convertirse en el objetivo de muchos piratas informáticos.
En la actualidad, existen muchos dispositivos considerados vulnerables, como los que monitorizan a los pacientes o los robots para operaciones. Por este motivo, los expertos tienen muy en cuenta su protección. No obstante, no deja de ser una preocupación, ya que cualquier vulnerabilidad en el sistema podría cambiar el tratamiento de un paciente.
Una de las razones principales por la que la información que manejan estos aparatos es tan delicada se debe a que, por lo general, no se pueden realizar copias de seguridad por el tipo de datos que recopilan.
Dispositivos médicos con protección
Dado que el sector de la medicina no puede emplear las medidas de seguridad de un sistema de tecnología tradicional, se han desarrollado soluciones concretas para este tipo de materiales tecnológicos.
La Comunicación Electro-Quasistática del Cuerpo Humano es una de las opciones que se tienen en cuenta a la hora de proteger los aparatos médicos. Este sistema utiliza una transmisión de banda ancha de baja frecuencia y sin portador. De este modo, coinciden que se mantenga la señal casi completamente dentro del cuerpo humano.
Esta técnica es muy útil para los datos de los marcapasos u otros dispositivos médicos implantables, puesto que solo serían legibles a pocos centímetros del portador. Así, quien quisiese hackear el aparato debería encontrarse al lado del paciente antes.
Los aparatos médicos más vulnerables
- Los equipos de mamografía: son administrados por computadoras a través de un firmware. Los piratas informáticos solo deben obtener la contraseña y reprogramar el dispositivo para ofrecer lecturas erróneas.
- Los dispositivos cardiacos: en muchas ocasiones los proveedores compran los componentes de los marcapasos a terceros para su software o hardware.
- Máquinas de imágenes por resonancia magnética: a veces mantienen sus contraseñas predeterminadas, las cuales son muy sencillas de descifrar.
- Desfibriladores implantados: se emplean para controlar la actividad de un corazón y pueden ser monitoreados mediante transmisores de radio.
- Bombas de insulina: las vulnerabilidades de este aparato podría derivar incluso a una sobredosis si un ciberdelincuente accede a él.
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