Así es el brazo robótico que permite a escritores internacionales firmar libros en Barcelona este Sant Jordi

El robot que firma libros pudo verse ayer en Barcelona.
El robot que firma libros pudo verse ayer en Barcelona.
EFE
El robot que firma libros pudo verse ayer en Barcelona.

¿Cómo se pueden cumplir las tradiciones en tiempos pandémicos? Este año, por motivos evidentes, Sant Jordi no contará con escritores internacionales para firmar libros. Pero no pasa nada: la tecnología llega una vez más al rescate.

El Espacio Abacus, en la calle Enric Granados de Barcelona, cuenta con autores de la talla de Isabel Allende, Alex Michaelides, Jonas Jonasson y Yuval Noah Harari, entre muchos otros, para hacer llegar sus mensajes a los amantes de sus libros. Solo hace falta una tablet y un brazo robótico.

El proyecto es una alianza estratégico-tecnológica entre Igualada y China, un eje que podría transformar para siempre los Sant Jordi. Por la capital de la comarca de l’Anoia tenemos a la distribuidora SolidPerfil3D, por el lado chino, los fabricantes de robots DexArm, por el lado literario se encuentra la cooperativa Abacus que puso el local y los lectores; y finalmente el grupo Penguin Random House, que ha seleccionado a algunos de sus autores con más gancho para esta experiencia tan diferente. 

Las firmas a distancia son una forma de aplicar la inteligencia artificial a las tradiciones catalanas de abril, trasladable a cualquier feria del libro o evento literario afectado por las restricciones de movilidad y las medidas sanitarias. 

El sueco Jonas Jonasson, la chilena Isabel Allende y el británicochipriota Alex Michaelides firmaron el pasado 19 de abril ejemplares de sus libros a un grupo de apasionados lectores (elegidos por sorteo) desde sus respectivos hogares.

La Vanguardia asistió al evento y fotografió a Isabel Allende con una fan.
La Vanguardia asistió al evento y fotografió a Isabel Allende con una fan.
Xavi Jurio

La jornada empezaba con una charla en videoconferencia con cada uno de sus fans. Sin embargo, a la hora de firmar el libro, los autores lo hacían en una tablet desde sus casas y esa información era enviada al brazo robotizado en Barcelona.

Estos brazos robóticos reproducían los movimientos y trazos exactos que realizaba cada autor. La exactitud era tal, que Isabel Allende no puedo evitar describir su sensación

“Es absolutamente mágico, estoy muy contenta porque es un paso más, la próxima vez habrá un holograma mío allí y ya podré hasta abrazar a los lectores, eso está próximo”

David Vives, de SolidPerfil3D, afirma orgulloso que "este brazo robótico también  hace impresiones 3D, rayos láser o agarra objetos y los transporta”. Ayer, 20 de abril, fue el turno del israelí Yuval Noah Harari (en diferido), del francés Pierre Lemaitre y del sueco Niklas Natt och Dag.

Quién sabe si las firmas a distancia terminaran siendo algo común, aunque para las personas que acudieron al evento, la sensación fue de lo más acogedora posible, es cierto que es una tradición muy antigua y humana que tu autor favorito firme tu ejemplar y te dedique unas palabras. 

Quizás el uso de robots sea una ayuda más que un impedimento, ya que los autores no pueden estar en mil sitios a la vez presencialmente, pero tal vez si puedan hacerlo de manera online; más si ellos no son los que firman, por lo que se ahorraran unas cuantas agujetas. 

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