Los microgeneradores hidroeléctricos de PowerSpout contribuyen a que los habitantes de un pueblo puedan aprovecharse de una fuente sostenible de electricidad, además, cada usuario puede realizar su propia instalación en función del caudal de un río.
En Nueva Zelanda se han instalado estos dispositivos de forma individual y en conjunto para que las turbinas transformen el flujo de agua en corriente continua, alcanzando los 2.000 W de potencia máxima.
La capacidad de generación de las turbinas depende del suministro de agua, concretamente por la altura a la que cae el agua y la cantidad que fluye en cada momento.
Cualquier persona que tenga a su alcance una corriente constante de agua puede reducir su factura de electricidad, asimismo, los pueblos que están cerca de los ríos podrían darles uso para completar la generación de energías renovables con placas solares y aerogeneradores.
Una de las grandes ventajas es que estos dispositivos pueden funcionar de varios modos, ya sea de forma aislada, conectados a la red o cargando la electricidad en una batería.
PowerSpout asegura que sus equipos pueden generar 1 kW/ h para aportar electricidad limpia a una casa durante un año, no obstante, cada propietario puede valorar el número de generadores en el flujo de agua.
Modelos de microgeneradores hidroeléctricos
PowerSpout PLT se conecta directamente a un alternador de imanes permanentes para producir electricidad, se debe situar al final de las tuberías largas para que la caída del agua tenga fuerza y la corriente generada se pasa a la batería o se conecta a la red.
Por otro lado, PowerSpout LH es una turbina tipo hélice que permanece sumergida de manera constante, se coloca en el externo superior de un tubo que conecta dos masas de agua y la carga de presión sobre la hélice provoca el movimiento de la turbina.
Ambos modelos utilizan nailon con fibra de vidrio o acero inoxidable, asimismo, el 68% de los materiales son reciclados y el 70% se pueden reciclar cuando se acabe la vida útil del producto.
Los precios oscilan entre los 3.000 y 4.000 dólares, pero la empresa ha creado calculadoras virtuales que valoran la instalación de las turbinas y cuánto ahorro en la factura de la luz puede aportar a una vivienda.
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