El ChatGPT de OpenAI, que usa tecnología basada en Inteligencia Artificial para dar respuestas inmediatas a las preguntas de los usuarios, parecía haber puesto entre las cuerdas a Google. La IA de la empresa de Elon Musk demostraba ser una alternativa al famoso motor de búsqueda que resolvía las dudas de forma eficaz y mucho más resumida y rápida. Sin embargo, los de Alphabet tienen su propio chatbot preparado que podría competir contra GPT si quisiesen y han decidido no lanzarlo todavía.
El motivo por el que Google ha optado por seguir esperando y no lanzar su IA, llamada LaMDA es que no quieren correr ningún riesgo de manchar la reputación de la empresa. Sundar Pichai, director ejecutivo de la empresa, y Jeff Dean, jefe de división de IA en Google, prefieren asegurarse de lanzar productos más fiables antes que arriesgarse por querer ir rápidos.
Los problemas que Google quiere evitar son que LaMDA tenga sesgos raciales o machistas o que utilice términos o expresiones de odio, por ejemplo. Según Dean, algunos modelos rivales se "inventan cosas" cuando no están seguros de la respuesta.
A pesar de que los ingenieros de Google tengan cosas que corregir en LaMDA, la IA está cada vez más cerca de ser una realidad. En agosto, la marca permitió que los usuarios pudiesen probar algunas funciones controladas a través de la app AI Test Kitchen.
De momento, parece que la viralidad del GPT3 no ha hecho que la compañía pise el acelerador con su tecnología y se muestran tranquilos. El éxito del chatbot de OpenAI provocó fallos y que tuviesen que limitar el acceso a sus servidores, por lo que todavía están muy lejos de alcanzar la fama del motor de búsqueda más usado del mundo.
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