Después de que 1.100 empresarios tech y expertos en Inteligencia Artificial firmasen una petición para frenar el avance de los modelos más potentes como ChatGPT o similares, la ONU ha decidido dar su opinión sobre el tema. Ayer, jueves 30 de marzo, expresó su preocupación por los posibles impactos que podía haber por el rápido desarrollo en IA y solicitó a las empresas del sector "responsabilidad", algo que ya habían hecho Elon Musk y el resto de firmantes con su carta pública de esta semana.
"Las tecnologías de Inteligencia Artificial pueden tener enormes beneficios en educación, ciencia... pero las empresas tienen que ser responsables con cómo esta información se difunde, porque puede generar abusos y ya lo hemos visto muy rápidamente", aclaró el portavoz Stéphane Dujarric en una conferencia de prensa. Como ejemplos de IAs preocupantes, puso las que modifican las imágenes, las voces o textos que pueden generar división, violencia o desinformación.
Uno de los principales inconvenientes por los que exigen que las compañías reduzcan la velocidad de sus avances es que todavía no hay un control gubernamental que las regule. Actualmente, la ONU está llevando a cabo encuentros en los que asisten gobiernos, empresas y sociedad civil para establecer "directrices" aceptadas por todos que aseguren "que la tecnología no es objeto de abusos".
La UNESCO, que es la entidad que se encarga dentro de la ONU de lo que tiene que ver con la educación, la ciencia y la cultura, solicitó que se aplicase "sin demora" un Marco Ético Mundial sobre Inteligencia Artificial que se aceptó en 2021 de forma unánime por los 193 Estados miembro. "Es hora de aplicar las estrategias y normativas a nivel nacional -comentó Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO-. Tenemos que predicar con el ejemplo".
Denuncia a ChatGPT: exigen su suspensión
Estas peticiones para frenar IAs que están avanzando muy rápidamente llegan a la vez que una demanda del Center for AI and Digital Policy (CAIDP) presentada contra OpenAI por ChatGPT-4 ante la Comisión de Comercio Federal (FTC) de Estados Unidos. Según alegan, el modelo generativo de texto es "sesgado, engañoso y supone un riesgo para la privacidad y la seguridad pública".
Estas características que CAIDP destaca de GPT-4 incumplen con las prácticas propuestas por la FTC de "solidez empírica de los datos y de los modelos" y su transparencia. En la demanda, insisten que la tecnología de OpenAI no cuenta con un protocolo que limite la parcialidad y el engaño.
"La IA avanzada podría representar un cambio profundo en la historia de la vida en la tierra, y debería planificarse y gestionarse con el cuidado y los recursos correspondientes", señalaban en la demanda.
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