Normalmente, a la hora de comprar un móvil, tendemos a fijarnos solo y exclusivamente en el ‘hardware’, en el dispositivo por fuera, en si tiene un procesador potente, una batería de larga duración y unas cámaras que hagan buenas fotos. Sin embargo, en un momento en el que todos los fabricantes tienen ‘smartphones’ que cumplen más o menos bien en todos estos apartados, Google ha decidido diferenciarse con el ‘software’. Los nuevos Pixel tienen funcionalidades muy útiles y casi mágicas que los hacen únicos.
Por supuesto, el Pixel 6 es un gran móvil. Google ha fabricado su propio procesador, que rinde a las mil maravillas; aunque no tiene un gran depósito, sí que cuenta con buena autonomía; y su cámara, ahora de 50 Mpx, sigue siendo una de las mejores del mercado. Sin embargo, sus mejores y más sorprendentes cualidades son otras.
Los nuevos Pixel son capaces de contestar ellos solitos a las llamadas. Con solo pulsar un botón se activa una suerte de asistente virtual que educadamente pide al interlocutor que diga su nombre y el motivo de la llamada. El teléfono es capaz de transcribir el mensaje en tiempo real y ofrece diferentes respuestas o la posibilidad de descolgar o finalizar la llamada de una manera correcta aunque algo cortante. Ideal para esas estupendas llamadas comerciales del mediodía.
La cámara cuenta también con su propia magia y es capaz de borrar personas u objetos de las fotos, con solo marcarlos con el dedo, rellenándolas con el fondo de forma automática con inteligencia artificial.
Además, el móvil cuenta con un traductor automático que se integra en ‘apps’ como Whatsapp y que permite mantener conversaciones en cualquier idioma de forma natural.
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