Así es el primer vuelo del 'dron humano': crean una mochila voladora con dos grandes hélices

El primer vuelo del CopterPack parece como si se tratase de un dron humano.
El primer vuelo del CopterPack parece como si se tratase de un dron humano.
CopterPack
El primer vuelo del CopterPack parece como si se tratase de un dron humano.

Desde Australia llega este traje volador que permite a cualquier persona desplazarse como si fuese un dron, algo que llevamos soñando con cumplir desde prácticamente siempre. Los seres humanos siempre están mirando hacia el cielo, buscando nuevas formas de elevarse: aviones, drones, helicópteros, cohetes... Pero este primer vuelo del denominado Copterpack podría ser mucho más relevante de lo que nos pensamos. 

Existen bastantes trajes voladores o jetpacks, pero la mayoría funcionan con combustible. La gran innovación del Copterpack (Además de verse muy diferente) es que funciona con baterías, por lo que no contamina. Otra ventaja que aporta, muy importante en este tipo de tecnología es que es bastante silencioso. Los trajes voladores con motores de combustible hacen mucho ruido, así que no se pueden usar en entornos urbanos.

Como vemos en el siguiente vídeo, lo que más destaca de este CopterPack son las dos enormes hélices de 90 centímetros de diámetro:

El aparato se controla por medio de unos mandos que el piloto lleva en las manos. Suponemos que cada uno se encarga de una hélice, y según giren más o menos rápidas, se producen los giro

Lo más sorprendente es la gran estabilidad del CopterPack; los giros son suaves y el aterrizaje se produce sin incidentes.

Aún faltan muchos datos por conocer, como el precio, los materiales, altura a la que vuela, la seguridad, velocidad que alcanza, etc. En su página web tampoco aclaran mucho sobre estos aspectos y da la sensación de que el piloto va demasiado poco protegido frente a accidentes o choques

Tratar de ser un ave tiene un precio: desventajas

Si bien puede parecer una idea excelente para utilizar como método de transporte, tiene algunas pegas. La primera de ellas y más obvia de todas es la seguridad. Estar al lado de dos hélices gigantes y extremadamente potentes no es del todo buena idea. Más aún si no hay ninguna malla de protección o elemento que proteja, por ejemplo, los brazos del piloto en caso de accidente o toque accidental.

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