La tecnología se ha dejado ver durante el conflicto entre Rusia y Ucrania y las armas letales han resurgido en la actualidad no solo de los países involucrados en la guerra, sino de los que han enviado armamento a Ucrania. Un torpedo que podría destruir una ciudad o un misil con una potencia 2.000 veces mayor que la de la bomba de Hiroshima son solo algunos de estos ejemplos.
Satán II
Rusia ha lanzado el RS-28 Sarmat, también conocido como Satán II. Unos proyectiles diseñados para transportar cargas explosivas que, además, cuentan con un alto radio de acción, por ello y porque pueden ser nucleares también, son las armas más temidas.
Pesan 208.1 toneladas y pueden transportar una carga útil de hasta 10.000 kilos. Miden en torno a 35,5 metros de largo y tres metros de diámetro.
Su alcance se estima entre los 17.000 y los 18.000 kilómetros, cuya onda expansiva sería de gran magnitud. Además, puede desplazarse a una velocidad de casi 21.000 kilómetros por hora y puede cambiar la trayectoria de rumbo y la altura cuando ya está en el aire.
Putin apuntó que este misil "tiene las más altas características tácticas y técnicas y es capaz de superar todos los sistemas de defensa antimisiles modernos".
Este misil tiene en torno a 40 megatones, lo que le confiere una potencia 2.000 veces mayor que la de la bomba de Hiroshima, lanzada en la Segunda Guerra Mundial y que dejó 150.000 muertos.
Lanzagranadas anticarro C90
El primer envío unilateral de armas españolas que nuestro país envió a Ucrania fue a principios de marzo. Entre el material armamentístico que iba en dos aviones, se encontraban 1.370 lanzagranadas anticarro modelo C90.
Estos lanzagranadas son fabricados por la compañía aragonesa Instalaza, una de las mayores empresas de armamento de nuestro país afincada en Zaragoza.
Este arma está diseñada para destruir, entre otras cosas, vehículos blindados enemigos y carros de combate a una distancia de hasta 750 metros. Pertenece a la familia de los disparables desde el hombro y cuenta con visor óptico y visión nocturna.
Según el Catálogo de la Industria Española de Defensa, se puede utilizar con varios tipos de municiones (antitanque, antibúnker, doble propósito, fumígeno-incendiario, etc) y, asegura, que pueden penetrar hasta medio metro el blindaje de acero.
Poseidón
Poseidón es un submarino nuclear que alcanza los 10.000 kilómetros y una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora. Tiene 20 metros de longitud y dos metros de diámetro, pudiéndose desplazar en unas profundidades máximas de mil metros.
El también conocido como Status-6 posee capacidad para generar olas superiores a los 200 metros, a unos 20 kilómetros del epicentro de la explosión, generando así un impactante Tsunami. Asimismo, su potencia de cien megatones podría destruir toda una ciudad.
Uno de los materiales que podría incorporar este dron submarino es el cobalto-60, que se caracteriza por ser un elemento altamente radiactivo. Dicho material produce lluvia radiactiva que, en el caso de explosión, contaminaría un gran área durante aproximadamente cien años.
Rusia considera que este submarino es indetectable para las defensas costeras, como las de Estados Unidos. Se trata de un arma que se usaría contra bases y estaciones navales hostiles.
Orlan-10
Orlan-10 está diseñado, concretamente, para realizar labores de espionaje.
En concreto, el Orlan-10 lleva en fabricación desde 2010 y fue creado por la empresa Special Technology Center en la ciudad de San Petersburgo.
La envergadura es de unos tres metros mientras que el fuselaje alcanza los 2 metros. El dispositivo despega a través de un sistema de catapulta, tiene un peso de 12,5 kilogramos y alcanza una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora. En cuanto a la autonomía de vuelo, se mueve en las 10 horas.
El dron, además de una cámara canon, suma una cámara de luz diurna, una cámara termográfica, una cámara de video y un transmisor de radio y está pensado para llevar a cabo labores de inteligencia.
El dron cuenta con capacidad para alojar sistemas destinados a provocar interferencias en los sistemas del enemigo.
Iskander-M
Rusia ha sacado a la palestra lanzamisiles móviles que pueden disparar ojivas nucleares a varios kilómetros de la frontera con Ucrania
Se trata de un sistema de misiles balísticos que fue utilizado durante la Guerra Fría como sustituto al misil Scud soviético, la primera vez que se utilizaron en combate fue en Georgia en 2008.
Diseñado para confundir las defensas antimisiles volando en una trayectoria baja y maniobrando en vuelo para atacar objetivos a una distancia de hasta 500 km con una precisión de dos a cinco metros.
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