El polígrafo: así se inventó el detector de mentiras que no siempre dice la verdad

Un hombre, sometiéndose a la prueba del polígrafo realizada por la empresa malagueña Omnis.
Las pruebas del polígrafo no tienen validez legal en España.
MARTÍN MESA
Un hombre, sometiéndose a la prueba del polígrafo realizada por la empresa malagueña Omnis.

Un detector de mentiras nos lo venden en las películas de ficción como una máquina infalible que ayuda a los investigadores a determinar cuando alguien miente o dice la verdad. Sin embargo, la fiabilidad de este instrumento ha generado bastante controversia desde su creación.

El origen del polígrafo se remonta a la década de 1920, cuando un doctorado en psicología llamado William Moulton Marston realizó su tesis sobre la relación entre los niveles de presión arterial de los individuos y las mentiras. Según él, se podían medir los parámetros fisiológicos en interrogatorios que los objetivasen.

Aunque nunca consiguió ponerlo en práctica con éxito, Marston sentó las bases del polígrafo actual. No obstante, la idea de detectar las mentiras llegó mucho antes; concretamente en la década de 1890. En ese entonces, el prestigioso psicólogo Hugo Münsterberg, interesado en la psicología del testimonio, aseguró en la Universidad de Harvard que se podía observar cuando alguien mentía a través de rastros fisiológicos.

El primer intento de Marson de demostrar su teoría

El verano de 1921, se detuvo a un hombre afroestadounidense llamado James Alphonso Frye por asesinato y robo. El supuesto criminal reconoció sus crímenes durante un interrogatorio, pero algunos creían que Frye no era realmente el culpable.

Ante esta situación, Marson quiso probar su ‘detector de mentiras’ en Frye para comprobar si mentía o decía la verdad. El 18 de julio de 1922 se iba a utilizar el polígrafo del psicólogo en el acusado, pero el presidente del tribunal se negó porque aseguraba que los verdaderos expertos en determinar cuándo un testigo decía la verdad era el jurado.

El detector de mentiras que se usó en investigaciones

Después de las teorías de Marson y Münsterberg, se tardaron varios años en desarrollar un polígrafo que se utilizase para tratar de encontrar el culpable de un delito. Los creadores del primer detector de mentiras que se usó para esto fueron John Augustus Larson, empleado a tiempo parcial del Departamento de Policía de Berkeley (California) y Leonarde Keeler, ayudante del primero en el Departamento.

Así era el polígrafo Keler modelo 6317 que se usó en el caso de Jack Ruby en 1963.
Así era el polígrafo Keler modelo 6317 que se usó en el caso de Jack Ruby en 1963.
FBI

Esta primera máquina de la verdad recibió el nombre de ‘cardio neumo psicograma’ y analizaba los latidos y la respiración para detectar cuando alguien estaba siendo sincero. Este aparato, supuestamente, solo podía emplearse para preguntas que se respondían con un ‘verdad’ o ‘mentira’.

Según Larson y Keeler, las personas se ponían nerviosas cuando mentían y lo que su máquina detectaba era el nerviosismo de los interrogados. Esta creencia era errónea y, con el paso de los años, la tecnología usada en los detectores de mentiras ha mejorado.

¿Realmente funcionan los polígrafos actuales?

Pese a que los investigadores hayan ido implementando mejoras en los polígrafos, la fiabilidad de estos dispositivos no termina de ser la indicada. Según un estudio de la National Academy of Sciences de EE UU, existen detectores de mentiras con un acierto de entre el 85 y el 89 %.

El porcentaje del estudio demuestra que la posibilidad de acierto es elevada, sin embargo, todavía es muy baja para usarse como pruebas concluyentes en investigaciones criminales. De hecho, en España está regulado y permitido el uso del polígrafo, pero los imputados pueden rechazar someterse a dicha prueba y, si se hace, no tiene validez legal.

El detector de mentiras tiene tanta popularidad que se ha visto hasta en Los Simpson.
El detector de mentiras tiene tanta popularidad que se ha visto hasta en Los Simpson.
Los Simpson

Actualmente, el polígrafo es considerado por muchos científicos y entidades como la Academia Nacional de Ciencias de EE UU como una pseudociencia. A pesar de ello, la idea ha calado en la cultura popular hasta el punto de verse en películas y series bastante conocidas, como el caso de Los Simpson.

Además, los detectores de mentiras también se han usado en programas de entretenimiento en España. Algunos de los más recordados son ‘El juego de tu vida’ (2008-2010), ‘La máquina de la verdad’ (1992-1994) o el que lanzaron el año pasado en Netflix que se llamaba ‘Amor con fianza’. 

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