La bajada del precio de las baterías que llevaba años perfilándose ha pegado un frenazo a causa de la crisis de los chips mundial. La caída de los costes de las baterías se había dado gracias al incremento de la producción de los coches eléctricos, sin embargo, la falta de suministros ha supuesto una amenaza a estos dispositivos.
A finales del 2020, un informe de Bloomberg aseguraba que el precio promedio de las baterías se había reducido hasta un 89% en tan solo una década. Esto quiere decir que, mientras en 2010 se pagaban 1.100 dólares por kWh, el año pasado se llegó a 100 dólares por kWh.
Esta tendencia de bajada suponía que los coches eléctricos serían más rentables que los de combustión. No obstante, por primera vez en años el precio de las baterías ha aumentado y se espera que en 2022 continúe haciéndolo.
La principal causa de este cambio en los precios se debe a la crisis de suministros que ha incrementado el coste de materiales clave para la fabricación de baterías. Por ejemplo, el litio ha triplicado su precio y el cobalto, el cobre y el níquel también han subido.
Una de las mayores compañías fabricantes de baterías de China, Gotion, ha informado para Bloomberg que sus clientes comprendieron la “necesidad de implementar el aumento del precio de las baterías a medida que se acelera la presión de los costes sobre las materias primas”.
La empresa asiática, que se encuentra detrás de las baterías de Amperex Technology o BYD Co., comunicó a sus clientes de que, pese a sus intentos de frenar el impacto de la crisis mundial, habían tenido que recurrir al incremento de los precios. Según Caixin Global, el precio de las baterías de BYD han crecido un 20%.
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