Los móviles baratos hace tiempo que dejaron de generar dudas. La solvencia predomina. Realme aplica su conocida conjunción de prestaciones a buen precio desde un mayor énfasis en lo económico en el Realme C21, un gama de entrada más que correcto y a tener en cuenta si se busca un buen teléfono que cueste poco más de 100 euros.
El Realme C21 acaba de salir a la venta en España por 109 euros en la configuración de 3 GB de memoria RAM + 32 GB de almacenamiento o 139 euros en la de 4 GB + 64 GB. La primera versión se antoja algo limitada, por lo que conviene decantarse por la segunda, la que ha probado 20Bits. El modelo, nuevo miembro de una serie que antes tuvo como protagonistas al Realme C3 y al Realme C11, contempla la ampliación vía microSD (hasta 256 GB).
Pesa 190 gramos y transmite comodidad. La trasera, con sus elementos cruzados para propiciar un efecto brillo y lucir dos partes diferenciadas, remite a la línea estética de la marca. El color negro (también está en azul) aúna lo vistoso y lo sobrio. La apuesta por lo texturizado camufla bien las huellas.
El factor plástico está presente como señalan los laterales, lo que no impide que el smartphone agrade. A la derecha se encuentran el control de volumen y el botón de encendido y bloqueo, y a la izquierda el compartimento para las dos SIM y la microSD. No falta, en la parte de abajo, la clásica toma de auriculares. El sensor de huella dactilar figura en la trasera. Siempre es preferible hallarlo en la pantalla o como alternativa en el lateral, pero funciona bastante bien.
La pantalla alcanza las 6,5 pulgadas y ofrece una resolución HD+, lo más normal en este rango de precio. Su perfil se adscribe a lo modesto, hecho que en absoluto desmerece lo que ofrece. Al contrario, el panel convence y la experiencia gusta.
En contraste, plasmaciones como el notch (la muesca negra) para alojar la cámara para selfis (5 MP) y el grueso marco inferior constituyen pequeñas pegas. La visualización de contenidos entra en el terreno de lo solvente, aunque el acompañamiento sonoro podría haberse mejorado.
En el módulo cuadrado aparecen tres cámaras, una principal de 13 MP con zoom digital 4x, una de retrato en blanco y negro y una macro, ambas de 2 MP. La composición expresa su condición de gama de entrada. Dentro de que tampoco se espera un gran recorrido, la cámara resulta cumplidora. Eso sí, se detecta una pérdida de calidad al utilizar el sensor frontal, más discreto.
El reclamo de la autonomía
Los móviles económicos siempre cuidan la cuestión de la batería, ya que la autonomía es uno de sus reclamos. El Realme C21 integra una de 5.000 mAh, la capacidad más habitual en el mercado. Se echa de menos la carga rápida. Sí que soporta carga inversa.
El dispositivo 4G, con la certificación TÜV Rheinland de Alta Fiabilidad para Smartphones, tiene como eje el procesador MediaTek Helio G35, propicio para el gaming, y viene con Android 10 según la atractiva personalización Realme UI. No llega de partida con Android 11 ni con la actualización de la capa propia, si bien la combinación da tranquilidad en cuanto al rendimiento.
- Pantalla: 6,5 pulgadas con resolución HD+
- Configuración: 3 GB + 32 GB / 4 GB + 64 GB
- Procesador: MediaTek Helio G35
- Cámaras traseras: 13 MP + 2 MP (blanco y negro) + 2 MP (macro)
- Cámara frontal: 5 MP
- Batería: 5.000 mAh (soporta carga inversa)
- Conectividad: 4G
- Sistema operativo: Android 10 con Realme UI
- Otros elementos: dos SIM, microSD, toma de auriculares, sensor de huella dactilar en la trasera, NFC (solo en la versión de 4 GB + 64 GB)
- Peso: 190 gramos
- Precio: 109 ó 139 euros
PUNTUACIÓN 20BITS: 7,5/10
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Lo mejor: su condición de buen móvil barato.
Lo peor: la ausencia de carga rápida y un sonido mejorable.
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