La reina Isabel II comenzó a jugar a la Wii a los 80 años, según un artículo publicado en 2008 por The Sunday People. Las fuentes anónimas de este periódico aseguraban que la monarca británica se había interesado por la consola a raíz de un regalo que el príncipe Guillermo había recibido de Kate Middleton, actual princesa de Gales.
"Cuando vio a Guillermo jugando un juego después del almuerzo en Sandringham, pensó que la consola de Nintendo parecía tremendamente divertida y pidió jugar –aseguraba una fuente-. Jugó una partida de bolos y, según todos los testigos, parecía una jugadora nata".
La Wii de 24 quilates
El artículo detallaba que la reina disfrutó sobre todo del juego Big Family Games, creado por la compañía THQ, que hace un tiempo cerró de manera definitiva. Aprovechando la noticia, la que era directora en la empresa, Danielle Robinson, hizo promoción al videojuego, alegando que era un juego "para todos los miembros de la familia, desde los abuelos hasta los niños pequeños".
Pero su promoción no acabó ahí y Robinson anunció el diseño de una consola Wii especial para Isabel II: "Pensamos que su majestad la reina no querría jugar en una consola cualquiera, así que se encargó una especial de oro".
En concreto se trataba de una Wii chapada en oro de 24 quilates, sin embargo, el Palacio de Buckingham rechazó el regalo por motivos de seguridad. Esto se debió a que el Departamento de Correspondencia "no puede aceptar ningún regalo no solicitado que se envíe a la reina".
El cierre de THQ
En 2013, la firma THQ quebró por motivos ajenos a la creación de la Wii de oro. Después de 5 años del artículo de The Sunday People, la consola diseñada para Isabel II había quedado en el olvido, pero esto cambió cuando reapareció en una entrada en eBay en 2021.
Su dueño era Donny Fillerup, de 32 años, y aseguraba que la consola que tenía en su poder era la que THQ quería vender a la entonces reina británica. Según él, contaba con toda la documentación que certificaba que era auténtica.
"El artículo puede tener algunos signos de desgaste cosmético, pero está completamente operativo y funciona según lo previsto", se leía en el anuncio de eBay. El precio de salida que puso Fillerup fue de 300.000 dólares, que actualmente equivalen a unos 299.800 euros.
Fillerrup era un coleccionista de consolas y, aunque los expertos la valoraban en un millón de dólares, se conformaba con un precio inferior. "Espero que la consola acabe en un buen hogar –recalcó para la CNN-. Espero que sea un museo o una persona que la cuide tanto como yo".
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