REVIEW

DJI Avata: un dron pequeño y ágil que ofrece más de lo que esperas

Probamos este 'juguete', el dron de DJI para experiencias 'First Person View' que hace las delicias de los creadores de contenido y de los pilotos de carreras FVP gracias a su estabilidad, facilidad en el manejo y comodidad de uso a la hora de emparejarlo con las gafas y el mando.
Probamos el DJI Avata.
Probamos el DJI Avata.
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Probamos el DJI Avata.
Valoración:

“Nacido para volar” es el eslogan que la marca DJI utiliza para presentar su modelo Avata. Después de probarlo durante unos meses, la frase hace honor a la experiencia.

Volar un dron en primera persona —lo que en el argot del sector se llama FPV, por las siglas de First Person View— es bastante impresionante. En todos los sentidos. Pero si además lo haces usando lo último en tecnología, todavía más.

En España no es tan habitual como en otros países y, aun así, la grabación de contenidos o las carreras FPV tienen bastante público. Por ese motivo, DJI, una de las firmas más importantes en lo que a drones se refiere, lanzó al mercado su modelo Avata acompañado las gafas de pilotaje Goggles 2 y el control remoto, ideales para el vuelo en primera persona y por supuesto para exprimir la experiencia de este vehículo no tripulado.

Te cuento cómo es la experiencia en este análisis, pero te dejo una frase como adelanto: el DJI Avata podría definirse como un juguete caro muy divertido.

DJI Avata.
DJI Avata.
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Análisis DJI Avata

Desde el punto de vista de un aficionado experimentado al FPV con varios años en el mundillo, el DJI Avata podría definirse como un juguete caro muy divertido.

Nos encontramos ante un cinewhoop de 4” a 4S con todo lujo de tecnología, emisora háptica tipo joystick —aquí sí que podríamos llamarla ‘mando’ sin que nos echen reprimenda los aficionados del sector— y, como no, transmisor y gafas con receptor digital. No se podía esperar menos del primer cinewhoop de DJI, especialmente en el formato digital de vídeo.

El chasis es de plástico duro inyectado de alta resistencia, tipo conducto, con hueco por dentro para no ganar peso y le aporta un toque premium. Hablamos de un dron muy ligero, ya que solo pesa 410 gramos y mide 180 × 180 × 80 mm.

En el terreno del diseño se podría haber esperado que la marca apostase por la clásica fibra de carbono de 3mm para este tipo de dron. Sin embargo, después de haberlo testeado en varias ocasiones y haber chocado a máxima potencia con el vehículo contra ramas o la tierra, he de reconocer que la estructura me ha sorprendido para bien.

Volando el dron.
Volando el dron.
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Llama la atención que los motores están colocados al revés, hacia abajo y cuenta con hélices de 5 palas y 4”. No hemos encontrado información en la página oficial de DJI del paso de las palas ni tampoco de los KV de los motores, pero calculo que con 5 palas por hélice y el paso que tienen, rondarán los 3200KV - 3500KV, lo cual no está nada mal para unas hélices de 4” a 4S con Li-ion.

Li-ion, sí. No va con baterías Li-Po, algo extraño en el sector, pero no descabellado siendo que se trata de un cinewhoop. Han cedido la potencia a favor del tiempo de vuelo —tenemos unos 10 o 12 minutos reales de vuelo—.

El DJI Avata presenta baterías Li-ion de 2.420 mAh a 4S (14,76V). Además, son baterías inteligentes, es decir, independientemente de que vayamos a guardarlas, con cargarlas al máximo, ellas solas se descargarán hasta alcanzar el voltaje óptimo. Adiós a controlar los mAh en el cargador para dejarlas en modo storage. Tiene un cargador especial que regula el voltaje y se conecta a la corriente mediante USB-C.

Como parte negativa, el tiempo de carga se alarga: olvídate de cargar las baterías en 45 minutos y a volar… le cuesta entre dos y tres horas cargar una sola batería.

Visor.
Visor.
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Gimbal, óptica, sensor CMOS con vídeos de hasta 2,7K a 100fps a cámara lenta con las Googles 2 —que son las que hemos podido probar— son características casi distintivas ya de los últimos modelos de DJI.

Motion controller es el nombre que DJI ha puesto a un joystick háptico con el que a primera vista no acabas de creerte que vayas a ser capaz de controlar un dron, pero personalmente: te sorprende. Es cierto que con este mando el Avata solo puede ir en modo estable, pero da igual, la experiencia es increíble.

La navegación con el dron es súper intuitiva, ya que basta con inclinar el mando para ir cambiando el punto de mira del dron y acelerar para desplazarnos en la dirección en la que apunta nuestro punto de mira.

No hemos tenido la suerte de contar con un DJI FPV Controller 2, por lo tanto, no hemos podido probar este dron en modo Acro sin estabilizadores ni sensores como un dron en X al puro estilo Betaflight, pero realmente la experiencia con el Motion Controller ha sido tan diferente y gratificante que nos quedamos con eso.

Las gafas, las Googles 2 que hemos podido probar, son más pequeñas que las Googles V2, más ergonómicas y menos pesadas, lo que en teoría las hace más cómodas. En general, los visores FPV suelen ser incómodos, pero lo cierto es que en este caso la ergonomía está muy bien trabajada y no molestan en exceso.

En mi opinión, la pega es que la batería de las gafas va colgando con un cable muy largo y no vi cómo engancharla a la goma de las gafas como se suele hacer. Entiendo que es algo que se ha pensado para bien, pero en mi caso resultó una incomodidad por la costumbre de hacerlo de la otra manera.

Cuentan con pantallas HD micro-OLED que ofrecen una nitidez muy buena y una tasa de refresco de hasta 100 Hz. También tienen un panel táctil lateral que te permitirán navegar por la interfaz para iniciar la grabación, tomar fotos o ajustar los parámetros. Todo ello hace que sean una auténtica gozada.

Llevan con un receptor a 5,8Gh, que es lo habitual. En esta área, algo que me ha sorprendido —no gratamente— es que se calientan mucho a pesar de oírse el ventilador y no empañarse, más de lo acostumbrado a unas Fatshark HDO2 con receptor analógico.

Probamos el DJI Avata.

Funciones como el regreso al punto de origen con tan solo pulsar un botón —o si le queda poca batería—, un freno de emergencia muy solvente incluso en situaciones extremas, vuelo estacionario sobre un punto o el modo de vídeo DJI Rocksteady que minimiza temblores hacen de esta máquina un juguete premium para mayores muy divertido y posiblemente un método de grabación en interiores que más de uno ya ha usado en sus creaciones audiovisuales.

Además de esto, el DJI Avata incluye GPS y el sistema ADS-B AirSense de la marca para avisar al piloto cuando haya aviones o helicópteros cerca —o incluso decirte si estás en una zona con restricciones de vuelo—, servicios muy útiles cuando estás volando.

Si eres entusiasta de los drones y te gusta la grabación de vídeo, el Avata es para ti. Si eres un piloto FPV experimentado, echarás de menos el trabajo manual previo, la configuración, PIDS y rates, aunque te resultará extremadamente divertido y sencillo de usar.

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