La Vella Farga (Lérida)
Las tardes de otoño se hacen más cortas, o más largas e íntimas, sentados en el sofá frente a la chimenea. En esta masía del siglo XI de la comarca del Solsonés dos de sus trece habitaciones permiten a los huéspedes cumplir ese sueño. Son Martín y Gisele, estancias deluxe, amplias y luminosas. El relax total se consigue con un masaje en las antiguas caballerizas o, por qué no, al aire libre ¡en pleno bosque! hotelvellafarga.com
Casa de Lema (A Coruña)
En la aldea rural de Morpeguite, a escasos kilómetros de Muxía, en la Costa da Morte, abre sus puertas esta antigua casa de labranza, construida en el año 1920 al más puro estilo de las viviendas gallegas. Ofrece seis habitaciones. Una de ellas es una casita de piedra independiente que se llama Julieta, como la película rodada por Pedro Almodóvar en estas tierras. Tiene jacuzzi y chimenea de leña. casadelema.com
Hotel Boutique Iribarnia (Navarra)
Sus nombres son evocadores. En esta casa del siglo XVI de la villa de Lantz, a solo 20 kilómetros de Pamplona, podemos pasar la noche en el Canto del Petirrojo, Hayedo Milenario, Prados y Txirimiri… o en la espectacular suite Gran Carnaval, con una bañera extra grande desde la que se puede contemplar el fuego de la chimenea. Su restaurante prepara cenas románticas. Qué ricos están los canelones de setas. hoteliribarnia.com
Hotel Consolación (Teruel)
Entre montes de pinos emerge este singular hotel de la comarca del Matarraña que propone a sus huéspedes alojarse en Kubos exentos, con bañera excavada en el suelo de pizarra negra, pared de cristal y chimenea colgante. También hay sitio en la casa principal, con una habitación de aires barrocos y dos más actuales, la ER1 y ER2, que invitan al sosiego. A eso ayudan las chimeneas, con cestos de leña para avivar el fuego. consolacion.com
El Amparo de Narcisa (Burgos)
Pasión por la buena vida. Eso es lo que sienten los propietarios de este hotelito del valle de Losa. Imprescindible: un paseo por la huerta, el corral, las montañas y las praderas de Oteo antes de disfrutar de su gastronomía de kilómetro cero. Para las noches quedan sus habitaciones, entre ellas la doble superior con chimenea, con una butaca enfrente para una práctica muy otoñal: manta y libro. elamparodenarcisa.com
El Acebo de Casa Muria (Huesca)
Bienvenidos a esta casa del siglo XVIII a más de 1.200 metros de altitud, en la aldea de Renanué. Un lugar para quedarse por mucho que sus habitaciones se llamen India, China, Japón… Aunque también existe Pirineo, la suite del Torreón, de tres plantas. En la superior, abuhardillada y con vigas de madera, está la cama. En la intermedia, el jacuzzi, y en la baja, el salón con chimenea, donde cada mañana espera el desayuno. casamuria.com
Encís d’Empordà (Gerona)
Aunque no busquen la inspiración, la encontrarán. Los huéspedes de esta masía del siglo XVI del pueblo medieval de Casavells lo tienen fácil. Todo es paz en sus siete suites con chimenea. Viatger está decorada con objetos traídos de rincones de todo el mundo. Artista, con la mejor luz, parece el estudio de un pintor. Poeta, con vistas al Montgrí, recuerda a Joan Maragall con versos suyos escritos en la pared. hotelruralencisdemporda.com
Caserío Montehermoso (Álava)
Que los viajeros sean felices es el deseo de la propietaria de este caserío centenario de Astúlez, hoy dividido en tres apartamentos con nombres de árboles. Pagoa, haya en euskera, tiene una bañera exterior japonesa de madera para baños calientes, Artea (Encina), un balcón con hamaca, y Gorosti (Acebo), una chimenea con los laterales acristalados para ver el fuego desde la cocina, el comedor y la cama. caseriomontehermoso.com
Jardí de Ses Bruixes (Menorca)
El Monte Toro, el bastión de San Roque, la bocana del puerto… Todo ello puede verse desde la terraza del edificio principal de esta casa señorial del siglo XIX en el centro histórico de Mahón. Cuenta con salón-biblioteca, un Spa que es como una isla aparte y un restaurante que a la luz de las velas parece mágico. También lo son sus 16 habitaciones, blancas y muy luminosas, todas con chimenea de leña. hotelsesbruixes.com
La Sobreisla (Asturias)
A las puertas del valle del Navia, en Soirana, a solo unos pasos de playas fantásticas como la de Frexulfe, aguarda esta casona, que ofrece cosas tan sencillas como poder vibrar ante el mar encrespado desde su galería acristalada mientras el fuego arde en la chimenea. Tienen la suya propia dos de sus ocho habitaciones: Bingin, con una gran ventana sobre la cama, e Isla Carenero, con vigas de madera en el techo. lasobreisla.com
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