París tiene tantas caras como razones existen para caer rendido ante sus encantos. La capital de Francia conquista con su elegante arquitectura, la riqueza de sus museos, sus puentes llenos de leyendas y los románticos paseos por la rivera del Sena.
La Torre Eiffel
Imposible pensar en París sin visualizar su monumento más icónico. Y si es verdad que te puedes conformar con verlo desde numerosos puntos de la ciudad, lo suyo es que te animes a subir hasta lo más alto. Puedes hacerlo a pie (si te atreves con sus más de 1.600 escalones) o en ascensor (si no te importa esperar interminables colas). Una vez arriba, tras observar la preciosa panorámica que te espera, seguro que estarás encantado de haber contribuido a que la Torre Eiffel siga siendo el monumento más visitado del mundo con más de 6 millones de personas al año.
El Louvre
73.000 metros cuadrados y 35.000 obras de arte, llevan su tiempo. Así que si quieres disfrutar y aprovechar la visita al museo más visitado del mundo, intenta llegar a primera hora para que lo que veas no sean solo cabezas de turistas impidiéndote disfrutar de grandes obras de arte, como la Venus de Milo o La Gioconda de Leonardo da Vinci.
Barrio de Montmartre
Es uno de los lugares de París con más encanto. Conocido como el barrio de los pintores, adentrarse en el distrito más bohemio de la ciudad es una invitación a perderse entre sus coloridas calles y deambular durante horas sin rumbo. Y como guinda, hay que subir las escaleras que conducen hasta la Basílica del Sagrado Corazón, para una vez arriba, poder disfrutar de las mejores vistas.
Y si tenías alguna duda de que estás en la ciudad del romanticismo, no tienes más que acercarte hasta el Muro de los "je t'aime", un mural de 40 metros cuadrados, compuesto por 612 baldosas en las que se reproducen 311 "te amo" en 250 idiomas. Se encuentra en la Place des Abbesses, en la colina de Montmartre.
Mercado de las Pulgas
En este inmenso mercado no solo encontrarás todo tipo de antiguedades, además realizarás un viaje al pasado en uno de los lugares más pintorescos y curiosos de la capital. Te espera un laberinto de calles llenas de tenderetes donde se acumulan vendedores, compradores y turistas en busca del París menos glamuroso pero muy real. Además, la zona está repleta de bares y restaurantes que, al igual que el mercado, están impregnados de una atmósfera muy especial.
Le Marais
En este moderno barrio te espera más de una sorpresa. Situado a la orilla derecha del Sena, es una de las zonas más antiguas, pero más viva de la capital. En sus callejuelas conviven bonitos palacetes y casonas elegantes con locales de marcha, románticos cafés y restaurantes de todo tipo. En un triángulo entre las plazas de la Bastille, de la République y del Hôtel de Ville, algunas de las bonitas mansiones (siglos XVII y XVIII) hoy albergan museos tan relevantes como el Picasso o la casa de Victor Hugo.
Pletzl, el barrio judío
En el corazón de Le Marais se encuentra este pintoresco distrito de la comunidad judía de París. En sus calles encontrarás sinagogas y judíos ortodoxos portando la kipá, coloridas tiendas kosher con carteles en hebreo, locales de felafel y viejos restaurantes. Ten en cuenta que el viernes por la tarde y los sábados los establecimientos están cerrados por el Sabbat.
Cuando cae la noche
La ciudad se muestra completamente diferente de día y de noche. Estamos seguros que un paseo romántico por la rivera del Sena con los puentes iluminados quedará marcado en tu memoria y no lo olvidarás nunca. Son muchos los lugares de París que merecen ser redescubiertos de noche, pero hay uno que no deberías perderte: acércate hasta la plaza del museo Louvre, donde la pirámide iluminada crea un escenario de magia.
Le Pont Neuf
El encanto de París no sería igual sin sus 37 puentes sobre el Sena. Además de unir las dos partes de la ciudad (la rive gauche y la rive droite), todos ellos son enclaves privilegiados para admirar los elegantes monumentos parisinos que se asoman al río. Pero si tenemos que elegir uno, nos quedamos con el Pont Neuf, que al contrario de lo que indica su nombre, es el más antiguo de la capital. Dedicado al rey Enrique IV, todavía se puede ver allí su noble e imponente estatua. Y como no podía ser de otra manera, este bello monumento parisino ha sido escenario de películas y plasmado en las obras de numerosos artistas.
Lujo a la parisina
París es una ciudad que nos encanta porque invita a soñar como ninguna otra. Queramos o no, la Ciudad de la Luz siempre será sinónimo de glamour y buen gusto. ¿Te imaginas disfrutar de una noche especial en un hotel con vistas a la Torre Eiffel? Si quieres darte un capricho tan envidiable como este, puedes hospedarte en Le Plaza Athénée, uno de los hoteles más espectaculares de la ciudad, que está situado en la Avenue Montaigne, la principales arteria de tiendas de lujo como Chanel o Balenciaga. Y no queremos pasar por alto un importante detalle: alojarse en este hotel de habitaciones decoradas en estilo Art Decó puede llegar a alcanzar los 9.000 euros la noche.
El jardín de las Tullerías
En pleno centro de París no faltan los espacios verdes donde la naturaleza se muestra en escenarios fabulosos. Es fácil que te encuentres con uno de nuestros preferidos cuando recorras algunas zonas tan emblemáticas, como el Museo del Louvre o la Plaza de la Concordia. Diseñados por Catalina de Medici en el siglo XVI, los jardines de las Tullerías siguen siendo un lugar para pasear, admirar las esculturas antiguas y contemporáneas, o relajarse en el jardín francés diseñado por André Le Nôtre, el famoso jardinero del rey Luis XIV.
La Sainte-Chapelle
Es uno de los lugares imprescindibles a los que hay que ir en una primera visita a París. Situado en la Ile de la Cité, esta capilla es una maravillosa obra gótica que deja sin palabras al entrar. Se construyó en el siglo XIII para guardar las reliquias que adquiría el rey Luis IX, entre las que destacan la corona de espinas de la Pasión de Cristo. Sus imponentes vidrieras policromadas son realmente impactantes.
De compras por los Campos Elíseos
Es una de las avenidas más imponentes y elegantes de la ciudad. Y por supuesto, es casi obligatorio un paseo por estos dos kilómetros que unen el Arco del Triunfo con la plaza de la Concordia (donde se encuentra el obelisco egipcio de más de 3.000 años de antigüedad). Merece la pena echar un vistazo a los escaparates de las tiendas más lujosas y caras de la capital. Y si el bolsillo te lo permite, disfrutar de la mejor comida del mundo en uno de los glamurosos restaurantes que hay en la zona.
El Ayuntamiento
Si pasas por el Hotel de Ville de París quedarás cautivado por su belleza. Sede del Ayuntamiento desde 1357, es uno de los edificios más bellos que te vas a encontrar. De estilo neorrenacentista, está decorado con 108 estatuas que homenajean a parisinos famosos. Las ciudades francesas también están representadas en otras 30 esculturas. El edificio se puede visitar por dentro.
Les Halles
En este barriomedieval y multicultural te esperan lugares tan interesantes y diversos como la Bolsa de Comercio, la Iglesia de San Eustaquio y el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou. Conocido popularmente como Beaubourg, destaca por su peculiar estructura con los conductos y escaleras visibles desde el exterior, pero también por albergar una importante colección de arte moderno con obras de Miró, Picasso, Kandinsky o Matisse.
Esplanade Jacques Chaban-Delmas
París siempre esconde rincones sorprendentes que muchas veces se escapan a los ojos de los viajeros. Uno de ellos es la Esplanade Jacques Chaban-Delmas, un parque que seguro no encontrarás en las guías de viajes, pero que te sorprenderá tanto por los magníficos edificios parisinos que la rodean, como por las vistas que tiene al emblemático Palacio de Los Inválidos, donde se encuentra la tumba de Napoleón.
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