Cosas que no te imaginas que están prohibidas y por las que te pueden multar en tu próximo viaje

Turista fumando en la playa.
Turista fumando en la playa.
Getty Images/iStockphoto
Turista fumando en la playa.

Los británicos no son considerados los mejores turistas del mundo y ellos mismos son conscientes de ello. Tanto que, justo antes de que muchos hagan las maletas y pongan rumbo a sus vacaciones en el extranjero, “The Times”, uno de sus periódicos más leídos, ha querido recordarles lo que no está permitido hacer en según qué lugares fuera de sus fronteras.

El artículo nombra a varias ciudades españolas y es que ya sabemos lo mucho que les gusta a los británicos nuestras islas o la zona del Levante. De hecho, gracias a las búsquedas que los británicos realizan en Google a la hora de preparar sus vacaciones sabemos que Málaga es su destino soñado. Tanto, que este año se ha colocado en lo más alto del podio superando a la romántica Venecia y a las paradisíacas costas turcas.

Te pueden multar por llevar tacones en la Acrópolis de Atenas, maletas con ruedas en Dubrovnik o chanclas en la Costa Amalfitana

Por eso, la primera norma que les recuerda este periódico es que ni en Málaga ni en Alicante se puede caminar por la calle en bañador. Desde aquí les queremos recordar que esa norma es válida para todas las ciudades españolas. En Barcelona la multa puede llegar a los 300 euros.

Ni ruido ni música en la playa

Alicante estrena este verano una ordenanza municipal para regular el ruido y las multas son bastante altas (desde 500 hasta miles de euros). Como bien dice “The Times”, nada de música alta en la playa, hacer demasiado ruido en las terrazas o molestar por la noche.

También recuerda algunas nuevas normas sobre las bebidas alcohólicas que se han impuesto en algunas zonas de Mallorca, así como el límite de botellas que Ryanair ha fijado que los pasajeros pueden llevar en sus aviones desde Reino Unido hasta Ibiza.

Ryanair ha fijado un límite de botellas de alcohol que los pasajeros pueden llevar en sus aviones desde Reino Unido hasta Ibiza

Ruidos y borracheras aparte, hay otras prohibiciones fuera de nuestras fronteras que sí nos interesan. Sobre todo porque algunas no te las podías ni imaginar y la tontería te puede salir muy cara.

Turista con maleta de ruedas en Dubrovnik.
Turista con maleta de ruedas en Dubrovnik.
Getty Images/iStockphoto

Nada de maletas con ruedas en Dubrovnik

El ir y venir de turistas con sus maletas de ruedas por el centro histórico de la ciudad croata provoca un ruido muy molesto. La contaminación acústica de una de las zonas más turísticas se ha convertido en un problema y han querido solucionarlo de raíz.

A Grecia sin tacones

Para hacer turismo lo mejor es llevar calzado cómodo y en la capital helena no solo lo dicen por tu bienestar sino también por la conservación de sus monumentos. Tras años soportando el taconeo de los visitantes, algunas zonas se estaban viendo afectadas ya que los tacones de aguja actuaban como pequeños cinceles y dañaban la piedra. La prohibición se ha ido extendiendo y cada vez son más los lugares históricos que no lo permiten, entre ellos la Acrópolis de Atenas.

Vista de la Costa Amalfitana en verano.
Vista de la Costa Amalfitana en verano.
Getty Images/iStockphoto

Y a la Costa Amalfitana sin chanclas

De esta igual no se recuperan los británicos, pero Italia no está dispuesta a admitir más caídas y accidentes tontos provocados por el uso de chanclas en algunos de sus destinos, como la isla de Capri, en la Costa Amalfitana. Resbalones en sus calles, caídas por las escaleras y, lo que es peor, desde los famosos acantilados tan buscados para hacerse la foto de las vacaciones. Mejor un calzado que se ajuste y sea más seguro. Si no, multa. Y en Sorrento, también en la costa Amalfitana, los biquinis han sido prohibidos en el centro de la ciudad.

Adiós al palo selfi

Aunque la moda parecía empezar a decaer, hay lugares en los que directamente está prohibido. Ámsterdam fue una de las primeras en sacarlos de sus museos, pero debes saber que tampoco están permitidos en Disney. Y, por cierto, si estás pensando en ir a los Sanfermines, que sepas que la multa por un selfie en los encierros puede costarte 3.000 euros.

Comer chicle en Singapur puede suponer mil euros de multa, y alimentar palomas en Tenerife, 700

Nada de chicles

Una de las más sorprendentes para nosotros y que más nos puede costar entender es la prohibición de mascar chicle en Singapur (mil euros de multa). Y extraña encontramos también la de no poder vestir con estampado militar en Barbados o jugar al scrabble en Rumania.

Cruzada en Tenerife

Santa Cruz, la capital de Tenerife, se ha convertido, según este diario, en el centro de mando de la guerra contra el turismo excesivo y está contraatacando con multas por casi todo, desde alimentar a animales callejeros (palomas, gatos…) y fumar en la playa hasta no recoger la basura de forma adecuada en el alojamiento de vacaciones. Las multas por cualquiera de estos delitos menores comienzan en unos 700 euros y pueden alcanzar los 2.500 en los casos más graves. 

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