Son dos de los destinos más populares para disfrutar de unas vacaciones, sobre todo las de verano: mezclan naturaleza con ciudades históricas y sendos países aseguran sol y playas de arena blanca en las que desconectar y descansar.
A 13 kilómetros de la Haya y a 16 de Rotterdam, se ubica una típica ciudad holandesa famosa por su cerámica azul, las tumbas de una importante dinastía neerlandesa y por ser cuna del pintor Johannes Vermeer, "el maestro de la luz".
BEATRIZ PÉREZ
, VÍDEO: CANAL DE YOUTUBE COMARCA DE LA SIERRA DE ALBARRACÍN
Este salto de agua se esconde entre la vegetación de la Sierra de Albarracín y su acceso es sencillo: tan solo tendremos que caminar unos metros desde un aparcamiento cerca del pueblo de Calomarde.
Esta localidad de Extremadura cuenta con una decena de santuarios en pie, aunque hubo una época en la que llegó a haber 17 en pie. Además, se encuentra en un entorno natural precioso junto a la frontera con Portugal.
A media hora en coche de Toledo se ubica un paisaje de cárcavas que se puede disfrutar a través de una caminata sencilla y muy agradable. Es un plan perfecto para visitar una tarde con familia o amigos.
En el país transalpino no solo hay magníficas ciudades repletas de historia como Roma o Florencia, sino sus entornos naturales también son impresionantes, y no hay mejor manera que conocerlos que en bicicleta.
Desde este espectacular enclave se puede divisar todo el Valle de las Cinco Villas. Además, se va a ampliar próximamente, por lo que las vistas panorámicas que se tendrán de este increíble paraje de Castilla y León serán incluso más imponentes.
Una provincia de Castilla-La Mancha fue la primera declarada como "Destino Turístico Starlight" del mundo y es perfecta para quedarse embobado con su nítido manto celeste.