Desde la falda sur del Almanzor hasta embalse de El Rosarito, el contacto con la naturaleza es permanente.
Viajar al pasado es posible, bien a través de los juguetes en el Museo del Juguete de Hojalata, bien a través de la arqueología en el castro celta de El Raso.
La localidad cuenta con una gastronomía con productos de primera calidad, encabezados por el cabrito y el queso de cabra.