Hasta los 2.127 metros se eleva el punto más alto de toda Galicia, Peña Trevinca, al este de la provincia de Ourense, justo en el límite con la de Zamora. Forma parte del macizo del mismo nombre que, a su vez, pertenece a los Montes de León. Sus cumbres, nevadas en invierno, aparecen coronadas por lagos glaciares, como el de O Celo o la Lagoa da Serpe, de aguas cristalinas. Estamos en un espacio natural protegido, unido al Parque Natural Lago de Sanabria, en el que apenas se aprecia la huella humana, surcado por ríos de alta montaña que dejan impresionantes estampas durante la época del deshielo. Peña Negra, con 2.123 metros de altura, y Peña Surbia, con 2.122 metros, son otras de las montañas que dibujan el paisaje.
Desde 2015 el concello de A Veiga es Destino Starlight, uno de esos lugares con excelentes cualidades para la contemplación de las estrellas
Aldeas salidas de otra época
El principal punto de acceso para disfrutar de este maravilloso entorno es A Veiga, concello de la comarca de Valdeorras compuesto por pequeñas aldeas, como salidas de otra época, que merece la pena recorrer despacio. Son lugares tranquilos, perdidos en medio del mundo, que hay que buscar bien en el mapa. ¿Sus nombres? Xares, Corzos, Valdín, con un espectacular mirador con vistas a la naturaleza, A Ponte, con sus muiños, y el pueblo mismo de A Veiga, próximo al embalse de Prada, que aprovecha las aguas del río Xares, afluente del río Bibéi, que es también un afluente, pero del Sil. Entre su patrimonio destaca una iglesia con aires neoclásicos y la conocida como A Casa das Pedriñas, recubierta de pequeñas piedrecitas de colores, vidrio, conchas, botellas... Todo un homenaje al mismísimo Antoni Gaudí, obra del escultor y pintor Daniel Mancebo que comenzó a construirla en 1970 y terminó 25 años después. ¡Pregunta por ella!
Mirando a las estrellas
Desde agosto de 2015, A Veiga es Destino Starlight, o, lo que es lo mismo, uno de esos lugares del mundo que cuenta con excelentes cualidades para la contemplación de las estrellas. Alejado de los principales núcleos urbanos gallegos y de cualquier foco de contaminación lumínica aún tiene un aliciente más: su clima de transición garantiza unos cielos despejados ¡más de doscientas noches al año! Debe de ser por eso por lo que desde de aquí es tan sencillo contemplar la Vía Láctea sin necesidad de usar un telescopio. Dos de los mejores puntos para divisar los astros son el Miradoiro das Estrelas, junto a la laguna de As Tablillas, a 1.500 metros de altitud, y el mirador estelar O Rañadoiro, a 1.100, ambos con paneles informativos.
Observatorio Astronómico
Hay otro lugar en la zona perfecto para mirar hacia arriba. Ese es el Observatorio Astronómico Trevinca, inaugurado el pasado mes de noviembre. Cuenta con dos cúpulas, ocho telescopios, un Planetario 4k para ayudar a los visitantes a conocer un poco más todos los secretos del firmamento, simulador de vuelo y puntos de realidad aumentada. Organizan talleres, cursos de astronomía y visitas guiadas, diurnas y nocturnas, que incluyen sesión de observación en el exterior si las condiciones son buenas. Una última recomendación: si hasta aquí hemos llegado no deberíamos desaprovechar la ocasión y visitar, en la cercana Carballeda de Valdeorras, el Teixadal de Casaio, un bosque de tejos único en Europa, con alrededor de 400 ejemplares que alcanzan edades superiores a los 500 años.
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