España está repleta de impresionantes lugares naturales, pero eso no se limita solo a su superficie. En las entrañas de la tierra encontramos una enorme cantidad de cuevas repletas de sorpresas: desde enormes cristales hasta cascadas, desde una playa hasta una discoteca.
Los Verdes (Lanzarote)
En las profundidades de Lanzarote, encontramos la Cueva de los Verdes, concretamente en el municipio de Haría. Esta se formó a raíz de la actividad eruptiva del volcán de la Corona y durante los siglos XVI y XVII fue utilizada por la población como escondite frente a los ataques de los piratas. A día de hoy, en este espacio se celebran conciertos de una gran variedad de géneros musicales.
Sima del Pulpo (Murcia)
La Sima del Pulpo se sitúa en el municipio de Cieza y está repleta de galerías, salas, conductos blancos y pequeños lagos, en los que se puede disfrutar de las increíbles formas de la roca. Durante el itinerario se desciende 80 metros, viendo lugares mágicos como el paso de Superman, las columnas de Hércules, la sala de las Maravillas y el Desierto.
Cova del Llop Marí (Tarragona)
En la población de L’Hospitalet de l’Infant, en Tarragona, nos topamos con la Cova del Llop Marí, una cavidad que se adentra en las profundidades de un acantilado junto a la playa del Torn. Y en su interior encontramos nada más y nada menos que otra playa totalmente escondida.
Cueva del Turche (Valencia)
En el municipio valenciano de Buñol, a escasos kilómetros del núcleo urbano, podemos visitar un maravilloso enclave natural. Se trata de la Cueva del Turche, que combina una cavidad en la pared rocosa, una piscina natural y una cascada de 60 metros de altura.
Cueva de la cascada del Bercolón (Valencia)
Uno de los lugares más sorprendentes de la geografía española es la espectacular cascada del Bercolón, situada dentro de una cueva. Este chorro se encuentra en el municipio de Tuéjar, dentro de una pequeña garganta con dos pozas.
Coves de Sant Josep (Castellón)
Ubicado al sureste de la provincia de Castellón, la Vall d’Uixó es un municipio sorprendente. Este alberga les Coves de Sant Josep, que guardan el río subterráneo navegable más largo de Europa, así como pinturas y grabados prehistóricos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cueva-mirador de Es Vedrà (Ibiza)
Un enclave poco conocido de Ibiza donde disfrutar de los bellos paisajes de la isla alejados de las aglomeraciones es la cueva-mirador de Es Vedrà. Es una pequeña cavidad en la roca que nos regala unas vistas impresionantes del famoso islote ibicenco. Se encuentra en la zona de Sa Pedrera, justo debajo de la explanada del mirador de Es Vedrà.
Geoda de Pulpí (Almería)
La Geoda de Pulpí es una cavidad dentro de una roca que está cubierta de cristales, y se encuentra en una mina de plata abandonada en el pueblo de Pulpí. Desde 2019, se puede visitar y admirar así la espectacularidad de los cristales.
Gruta Iris (Zaragoza)
En el Monasterio de Piedra y su parque-jardín, encontramos gran cantidad de cuevas naturales que se adentran en la pared rocosa. Una de las más espectaculares es la Gruta del Iris, que nos permite observar la enorme cascada bautizada como Cola de Caballo desde atrás.
Cova d'en Xoroi (Menorca)
En la costa sur de Menorca, una gruta natural se adentra en la pared rocosa de un acantilado frente al mar. Hablamos de la Cova d’en Xoroi, un espacio que combina un fantástico mirador, un bar y una discoteca en un solo lugar creado por la propia naturaleza.
Cova Urbana (Tarragona)
La Cova Urbana son unas galerías excavadas en el siglo II a.C., durante la época romana, que recorren el centro de Tarragona desde el subsuelo. Durante el recorrido, que tiene una duración de tres horas, se verán galerías y salas llenas de sorprendentes formaciones naturales.
Cueva de s’Aigua (Menorca)
En las profundidades de Menorca, se abre paso un sorprendente capricho de la naturaleza: la Cueva de s’Aigua y sus 2.500 metros de profundidad. En su interior encontraremos macizos estalagmíticos, estalactitas, columnas y coladas, además de un espectacular lago de aguas cristalinas que nos permite ver las formaciones rocosas de su interior.
Pozo Azul (Burgos)
En pleno Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón, se abre paso el Pozo Azul, llamado así por el intenso color de sus aguas, que esconden en su interior la cueva subacuática más larga de España. Esta se ha convertido en un lugar de culto para los amantes de espeleología acuática y por ahora se han explorado 13,6 kilómetros, pero su longitud real es mayor.
Cueva de los Cristinos (Navarra)
La cueva de los Cristinos, localizada dentro del bosque encantado de Artea, tiene en su interior una gran formación de estalactitas y estalagmitas que decoran las salas. Aunque hay que tener en cuenta que el acceso a la cueva está restringido, permitiéndose solo por motivos de investigación.
Cuevas del Canelobre (Alicante)
Las Cuevas del Canelobre se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la localidad de Busot. Estas nos esperan con un increíble paisaje kárstico, así como algunas formaciones geológicas de tal belleza y magnitud que le han hecho ganarse el sobrenombre de la ‘Sagrada Familia de Alicante’.
Cuevas Árabes de Brihuega (Guadalajara)
En las profundidades del Brihuega, se esconden las Cuevas Árabes, una larga red de túneles y galerías con siglos de antigüedad y una longitud aproximada de unos 8 kilómetros. Su complejo entramado convierte a las cavidades en todo un laberinto de pasadizos que se van bifurcando una y otra vez y en los que es fácil desorientarse.
Cuevona de Cuevas (Asturias)
La única manera de llegar al pueblo Asturiano de Cuevas es cruzando la cavidad conocida como Cuevona de Cuevas. Esta cuenta con cerca de 300 metros de recorrido y está atravesada por una carretera que se adentra en las profundidades de la montaña.
Cueva del Agua (Jaén)
Junto a la pequeña aldea de Tíscar, en la provincia de Jaén, se abre una impresionante cueva repleta de tesoros naturales: la Cueva del Agua. Llegaremos hasta la cavidad cruzando un túnel de 10 metros de largo y 1,5 metros de altura y en su interior encontraremos una preciosa cascada y un mirador para admirarla en todo su esplendor.
Cueva del Yeso (Córdoba)
Con más 220 millones de años de antigüedad, la Cueva del Yeso es una auténtica rareza geológica a ocho kilómetros de Baena, concretamente en el paraje conocido como Puente de la Maturra. De sus 20 kilómetros de galerías, solo está habilitado un recorrido de 200 metros que nos conducirá a lugares tan fascinantes como la Sala de los Cristales.
Forat de Bèrnia (Alicante)
Una cueva natural se extiende hacia las profundidades de la Sierra de Bernia con 15 metros de largo y un metro de alto. Al final, esta formación rocosa se abre como un espectacular mirador, el Forat de Bèrnia, que se asoma a la localidad de Altea y su precisa bahía.
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