Las vacaciones de verano ya están a la vuelta de la esquina y muchos ya planean dónde van a viajar en esta temporada estival. La gran mayoría opta por algún destino de playa en España en lugar de realizar grandes viajes a lugares recónditos del planeta, aunque hay quienes odian la arena y prefieren otro tipo de estancia para disfrutar de unos merecidos días de relajación.
Una de las mejores opciones para las vacaciones estivales (y que no es ni la montaña ni el turismo rural) son las piscinas naturales, ya que seguirás estando a escasos centímetros del mar, pero sin tener que soportar las molestias que tiene la playa. Además, no hace falta quedarse en España para poder disfrutar de algunas de ellas, ya que en Portugal hay multitud de enclaves de este estilo que son simplemente increíbles.
Doca do Cavacas (Madeira)
La roca volcánica se encuentra con el Atlántico en estas espectaculares piscinas naturales situadas muy cerca de la ciudad de Fuchal, en la increíble isla de Madeira. Ubicadas entre el Lido y playa Formosa, tienen acceso directo al océano, así como todo tipo de servicios para que los bañistas vivan una experiencia única en uno de los entornos naturales más impresionantes de todo Portugal.
Piscina natural da Caloura (Azores)
Al sur de la isla de San Miguel, la más grande y más poblada de las nueve que conforman el archipiélago de las Azores, se encuentra una increíble piscina natural en la que los bañistas no tienen que preocuparse por la bravura del Atlántico, ya que en este enclave del pueblo de Lagoa las aguas son muy tranquilas. Además, está rodeado de un precioso puerto pesquero y de un entorno natural privilegiado.
Caldeira Velha (Azores)
En las Azores también se encuentran otras piscinas naturales que merecen la pena, como la de Caldeira Velha, situada en el corazón de una exótica selva en la Serra da Água de Pau. Sus aguas templadas y cristalinas, así como su preciosa cascada, hacen de este lugar de la isla de San Jorge uno de los más espectaculares del archipiélago portugués, ya que la naturaleza que la rodea parece sacada de otro mundo.
Azenhas do Mar (Sintra)
Sintra es conocida por el magnífico Palacio da Pena o la enigmática Quinta da Regaleira, aunque pocos conocen la existencia a pocos kilómetros del pueblo de Azenhas do Mar, una preciosa localidad costera en la que te puedes bañar en una piscina natural justo debajo de un acantilado. Eso sí, hay que tener cuidado, porque el Atlántico arremete con fuerza contra ella.
Piscinas naturales de Penedo Furado (Vila de Rei)
A apenas 80 kilómetros de la frontera con España, lejos del Atlántico y en el municipio de Vila de Rei, se encuentran unas de las piscinas naturales más increíbles del interior de Portugal, las de Penedo Furado. Esta playa fluvial repleta de albercas, cascadas y vegetación es uno de los destinos perfectos para hacer una excursión de un día y disfrutar de la naturaleza lusa durante unas horas.
Comentarios