Los castillos no son precisamente lo que nos viene a la cabeza cuando pensamos en Estados Unidos. Es verdad que Europa tiene fortalezas para aburrir, pero al otro lado del charco también las hay. Uno de ellos podemos encontrarlo en el estado de Arizona, en la región del Gran Cañón, conocida por sus parajes insólitos y reservas de nativos norteamericanos.
Entre el Gran Cañón y la capital de Arizona, Phoenix, se encuentra el pueblo de Camp Verde, la localidad más cercana al desafiante Castillo de Montezuma, una fortaleza de 20 estancias edificada dentro de un acantilado.
El Castillo de Montezuma
El Castillo de Montezuma es un impresionante ejemplo de lo denominado en arqueología como "cliff dwellings" que se traduce grosso modo como "moradas en acantilados". Se trata de construcciones de pueblos ancestrales del sudoeste de Estados Unidos, hechos dentro o debajo de los acantilados.
Se cree que los residentes originales del Castillo de Montezuma fueron los Sinagua, un pueblo precolombino que existió entre los siglos XII y XV. No obstante, los exploradores que descubrieron la fortaleza en el siglo XIX asumieron erróneamente que la estructura era azteca. Por ello recibe el nombre de Montezuma, un importante gobernador azteca.
Cómo visitar el Castillo de Montezuma
El Castillo de Montezuma es uno de los monumentos de Estados Unidos dedicado a preservar la cultura nativo americana. El monumento se encuentra a 90 minutos en coche de la ciudad de Phoenix y para llegar se debe coger la carretera I-17 y tomar la salida 289.
No se puede acceder al interior del castillo para así evitar su degradación, pero se puede contemplar su fachada. El precio de la entrada es de 10 dólares (gratis para menores de 16 años) e incluye la visita al exterior del castillo y a los monumentos del Tuzigoot, un pueblo indígena del desierto aledaño al castillo.
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