Muchos de los destinos más populares y bellos de Europa tienen en común que están bañados por el Mar Mediterráneo, una enorme extensión marítima controlada, en su día, por los romanos. Siglos más tardes, pero con las mismas ansias de expansión que el Imperio Romano, nacería en 1769 en una isla mediterránea el autoproclamado emperador Napoleón Bonaparte. El militar francés es natural de Ajaccio, la capital de Córcega.
Justo encima de la isla italiana de Cerdeña se encuentra Córcega, un enclave francés con mucha historia, pintorescos pueblos, montañas y playas de ensueño. Además de una belleza insular envidiable, este territorio alberga una compleja historia por la mezcla de civilizaciones y una identidad propia plasmada en sus tradiciones y artesanía. La máxima expresión de su cultura es el corso, el idioma autóctono que llegó a estar prohibido en las escuelas.
Qué ver en Ajaccio
Ajaccio se encuentra al oeste de Córcega y se convirtió en la ciudad principal gracias a un decreto de Napoleón Bonaparte. La ciudad se caracteriza por su aire sosegado típico de isla, a lo que se suma un antiguo puerto, un paseo marítimo, una ciudadela y un casco antiguo. Los puestos de artesanía, el vaivén de los pescadores y los mercados dan mucha vida a la ciudad corsa.
La capital está salpicada de rincones relacionados con Napoleón, siendo una parada obligatoria el Museo Nacional de la Casa de Bonaparte. Se trata del domicilio de su infancia, que ahora se ha convertido en un museo (la entrada general tiene un precio de 7 euros y es gratis para residentes de la UE).
Frente al puerto, en la parte donde atracan los ferris y cruceros, está quizás el museo más bonito de Ajaccio. El Museo de Bellas Artes (Musée Fesch) cuenta con una colección de cuadros italianos, con referencias de Botticelli y Bellini, además de piezas corsas (entrada general a 8 euros).
Las islas a lo largo de la historia han supuesto puntos estratégicos para la defensa o el comercio. En el centro de Ajaccio encontramos la Ciudadela de Miollis, un conjunto defensivo del siglo XV construido por los genoveses.
Cómo llegar a Córcega
Córcega cuenta con cuatro aeropuertos en las ciudades de Ajaccio, Bastia, Calvi y Figari aunque no hay vuelos directos desde España. Para llegar a la isla es necesario hacer escalas en aeropuertos franceses o italianos. La conexión más frecuente a por París, Niza, Marsella o Lyon.
Tampoco hay rutas de ferry que conecten España con Córcega, los puertos más cercanos son los de Marsella, Toulon o Niza. Además, esta isla francesa está presente en numerosas rutas de cruceros por el Mediterráneo.
Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.
Comentarios