La magia que emanan las Islas Baleares atrae a turistas de todas partes del mundo. Este archipiélago bañado por las aguas del Mediterráneo es el destino perfecto para esos viajeros que no quieran renunciar a nada, y es que aquí encontraremos playas, montañas, pintorescos pueblos, fondos marinos llenos de vida, una deliciosa gastronomía, monumentos históricos...
Con tanto que ofrecer, es normal que muchos lugares de las islas estén repletos de visitantes. No obstante, si sabes buscar bien, podrás encontrar pequeños refugios de paz, rincones escondidos donde podremos huir de la masificación turística.
Cala en Basset (Mallorca)
Las aguas turquesas de Cala en Basset quitan el aliento. Este pequeño enclave del oeste de Mallorca fue utilizado antiguamente por los piratas por su localización escondida, y a día de hoy nos ofrece un baño entre rocas con la isla de La Dragonera completando la postal. Pero llegar hasta este paraíso virgen no es fácil: las dos únicas opciones son navegando o haciendo una excursión de dos horas.
Cala Figuera (Mallorca)
Aguas cristalinas, altas montañas y un extenso mar azul frente a nuestros ojos. Esto es lo que nos espera en la aislada Cala Figuera, situada en el municipio de Pollença, al norte de la isla de Mallorca. Este pequeño lugar de suelos de roca y piedra apenas cuenta con 30 metros de largo, pero su belleza es enorme. Para llegar hasta aquí tendremos que recorrer a pie un camino de unos 25 minutos desde un parking habilitado en la zona. Además, si ya nos encontramos en esta parte de la isla, recomendamos visitar el imponente faro de Formentor.
Isla del Aire (Menorca)
Una ruta muy popular en Menorca es la que recorre todos sus icónicos faros, pero entre ellos, hay uno al cual nos costará más llegar. Se trata del faro de la Isla del Aire, un pequeño trozo de tierra situado enfrente de Punta Prima. Podemos descubrir la isla desde la superficie, pero también a través del rico fondo marino que la rodea y hacer alguna ruta submarina en la zona.
Punta Galera (Ibiza)
Uno de los lugares donde aún se puede disfrutar del silencio en la isla de Ibiza es Punta Galera. En este paisaje rocoso del oeste ibicenco nos ofrece desde un relajante baño en aguas cristalinas hasta altas terrazas de piedra desde donde lanzarnos al mar. Además, uno de los mejores momentos para disfrutar de Punta Galera es atardecer, cuando el sol se funde con el Mediterráneo en un espectáculo naranja.
La cueva-mirador de Es Vedrà (Ibiza)
Esta escondida cueva nos ofrece las mejores vistas de la isla de Ibiza: una panorámica única del islote de Es Vedrà alejado de las aglomeraciones. Se ubica en la zona de Sa Pedrera y es una pequeña cavidad en el acantilado con un ambiente bohemio, y es que quienes han pasado por el lugar han ido decorándola con todo tipo de adornos hippies.
Cala de Es Ram (Formentera)
Llegar hasta la Cala de Es Ram no es sencillo, pero vale totalmente la pena. Encontramos este pequeño trozo de edén en la costa sur de Formentera y para acceder hasta él tendremos que seguir alguna ruta de senderismo y bajar unas escaleras de roca si queremos disfrutar de sus tranquilas aguas
Cala en Baster (Formentera)
Enormes paredes de piedra caliza protegen la pequeña Cala en Baster. Aquí los amantes del buceo y el esnórquel encontrarán su paraíso y es que sus limpias aguas están llenas de vida marina. Además, en este entorno de naturaleza salvaje destacan las cuevas que se adentran en la pared, donde antiguamente los pescadores guardaban sus barcas.
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