Si en tus próximas vacaciones has decidido salir de España y hacer un recorrido por Bélgica, tienes que saber que, además de destinos como Brujas, Lieja o Amberes, el país de la cerveza y el chocolate también cuenta con pequeñas joyas, no tan conocidas, pero igualmente sorprendentes y llenas de encanto. Es el caso de Dinant, una pequeña localidad de la región de Valonia que llama la atención por sus casas de colores, su mágica ubicación a orillas del río Mosa y por estar encajonada entre un enorme acantilado.
La ciudad de los saxofones
Con un aspecto de pequeño pueblo, moderno y clásico a la vez, Dinant o la "Hija del Mosa", como se la conoce popularmente, será la gran sorpresa del viaje por la región belga de Valonia. Estás en la cuna del saxofón, algo que seguro no te pasará desapercibido porque verás este instrumento, con todo tipo de formas y colores, por todas partes. Sobre todo en el Puente Charles de Gaulles, el único puente de Dinant que conecta la orilla izquierda del Mosa con la orilla derecha, y está decorado con enormes esculturas de saxofones en honor de su inventor, Adolphe Sax.
Qué visitar en Dinant
En lo alto del acantilado se encuentra la Ciudadela reconstruida sobre los restos de una más antigua. En su interior se encuentra el Museo de Armas e Historia. Te recomendamos subir hasta lo alto, puedes hacerlo a través de los 400 escalones por los que se accede, pero también puedes utilizar el teleférico que sale desde el centro de la ciudad. Si no eres deportista o tienes algo de vértigo, no te preocupes porque también es accesible en coche. De una manera u otra, una vez arriba, la panorámica que te espera es impresionante.
la Colegiata de Notre-Dame
Otro de los lugares que no debes perderte es la Colegiata de Notre-Dame, construida en estilo gótico, no fue completamente terminada hasta el siglo XVI. Varias veces dañada e incluso quemada en 1914, fue renovada de nuevo entre 1919 y 1924. Del interior destacan las numerosas vidrieras con escenas de la Biblia.
Un paseo en barco por el Mosa
No pierdas la ocasión de realizar una excursión por el Mosa, un río que ha tenido gran importancia a lo largo de la historia, y que fue la razón de que Dinant se convirtiera en un puerto comercial destacado. Navegar por sus aguas es el plan más romántico. Y sobre todo, a lo largo del recorrido disfrutarás con la visión de las casas de colores que crean una postal mágica.
Gruta La Maravillosa
No es difícil intuir por qué se la llama así. Descubierta en 1904, es una de las cuevas más bellas de Bélgica. Su interior está repleto de estalagmitas y estalactitas que dan forma a siluetas mágicas. Durante la visita, que dura aproximadamente una hora, se pueden admirar 650 metros de galerías subterráneas entre las que se encuentran la Sala del Glaciar y la Gran Sala, también llamada Sala de las Cascadas.
Cómo llegar a Dinant
Lieja y Bruselas están a menos de 100 kilómetros de esta ciudad. Una buena opción es ir en tren desde la estación central de Bruselas, es directo y se tarda menos de dos horas. Una vez en Dinant, la estación se encuentra a unos 300 metros del puente Charles de Gaulle.
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