El hermoso pueblo de Ávila al que viajaba Goya para inspirarse en sus cielos

Ávila.- Plaza de Bonilla de la Sierra — Plaza de la Villa de Bonilla de la Sierra, en Ávila.

Bonilla de la Sierra, en Ávila, es un ejemplo más de bello pueblo desconocido. Lo encontramos a menos de una hora de la ciudad de Ávila y alrededor de dos de Madrid. Algo tendrá si hasta aquí se llegaba Goya. El pintor aragonés dejaba la cercana capital de la Corte para buscar inspiración en los cielos de Bonilla (y de la cercana Piedrahita).

Esta bonita localidad, que lo es, aparece junto al Valle del río Corneja, a los pies de la Sierra de Ávila. Se trata de un pueblo bastante desconocido que fue elegido como lugar de descanso por reyes y obispos y alcanzó una posición privilegiada en los siglos XIV y XV.

Piedrahíta

Esta localidad queda muy cerca de Bonilla. Se estructura en torno a su plaza mayor porticada. Su envolvente muralla crea una trama típicamente medieval donde se conservan interesantes ejemplos de arquitectura popular, palacios y casonas. Pero el hito visual para todos sus habitantes es el monte de la Peña Negra, que destaca notablemente sobre la sierra de Villafranca.

Fue gracias a personajes que han dejado huella como Alonso de Madrigal, Juan de Carvajal y quien la dio nombre: Juan de Bonilla, franciscano, escritor y prior. Bonilla de la Sierra era calificada como Villa Episcopal.

Podemos empezar por su muralla (en la imagen superior), seguir por la plaza de la Villa, para conocer después la Colegiata de San Martín de Tours, la joya de esta localidad. De primera mitad del siglo XV, es un soberbio templo gótico (foto inferior), de una sola y ancha nave, con sus gárgolas y salientes estribos, que refleja el rico pasado medieval de la localidad.