Cuando se vienen a la mente los castillos más impresionantes del mundo, generalmente suelen ser los que se encuentran en Europa. Países como España, Francia, Alemania o incluso Gales, la región del Viejo Continente donde más fortalezas hay, tienen innumerables construcciones que durante siglos se han mantenido en pie, pero la realidad es que en otros lugares del planeta, por impensable que parezca, también hay imponentes fortines, como por ejemplo en Estados Unidos.
Los enclaves más célebres del país de las barras y las estrellas suelen ser sus grandes urbes, como Nueva York o Los Ángeles, o sus espectaculares entornos naturales, aunque lo cierto es que en Estados Unidos también se pueden encontrar preciosos castillos. La mayoría de estas fortalezas datan del siglo XIX y se inspiran en numerosos estilos arquitectónicos europeos, aunque no por ello dejan de ser magníficos.
Castillo Boldt
Erigido en un islote de la región neoyorquina de las 'Mil islas', este impresionante castillo comenzó a construirse en el año 1900 por orden del dueño del Hotel Waldorf-Astoria. Con una arquitectura que recuerda a los fortines más emblemáticos de Francia, cuatro años después se paró su construcción y permaneció sin terminar durante muchas décadas, pero numerosos trabajos han hecho que ahora se pueda visitar esta increíble fortaleza a orillas del río San Lorenzo.
Smithsonian
En plena Explanada Nacional de Washington D.C, muy cerca del Capitolio y de la Casa Blanca, se ubica la sede del Smithsonian, una de las instituciones educativas más importantes de Estados Unidos. Su edificio ya se ha convertido en otro símbolo más de la capital gracias a su aspecto de castillo normando construido con piedra rojiza y que contrasta radicalmente con la blancura de los emblemas de la ciudad.
Castillo Gillete
A pesar de que Connecticut sea uno de los estados más pequeños del país, en esta región de la costa este también se pueden encontrar increíbles construcciones como el Castillo Gillete, erigido en 1914 por orden de un conocido actor de cine mudo. Su trabajo de mampostería puede recordar a algunas fortalezas escocesas, y en su interior hay algunos 'trampantojos' que pueden recordar a la célebre Mansión Winchester, como picaportes inútiles o espejos para vigilar salas contiguas.
Castillo Hearst
Entre Los Ángeles y San Francisco se ubica la descomunal mansión Hearst, ordenada construir por el magnate de la prensa durante la primera mitad del siglo XX y que tiene numerosos elementos de la arquitectura mediterránea. Este increíble castillo es una demostración de opulencia en sí mismo, piscina interior de inspiración romana. El empresario, en su intento de hacer de su mansión una verdadera colección de arte, llegó incluso a estar en negociaciones para comprar la reja de la catedral de Valladolid.
Castillo Hammond
A finales de los 'felices años 20' se construyó en Massachusetts el castillo Hammond, el hogar de un prolífico inventor. En el interior de esta fortaleza, que puede recordar a las que se encuentran en el Reino Unido, se encuentran objetos y reliquias de la Edad Media y que cualquiera puede contemplar, ya que se ha convertido en un museo. Además, tiene unas increíbles vistas al océano Atlántico.
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