Estos son los cinco pueblos costeros más bonitos del País Vasco

Barcas de pescadores en Fuenterrabía.
Barcas de pescadores en Fuenterrabía.
Getty Images/iStockphoto
Barcas de pescadores en Fuenterrabía.
Si siempre te has preguntado por qué la gente que veranea en el norte defiende tanto lo suyo es porque aún no conoces esos rincones que un día los enamoraron.
Wochit

Si siempre te has preguntado por qué la gente que veranea en el norte defiende tanto lo suyo es porque aún no conoces esos rincones que un día los enamoraron.

Desde Fuenterrabía hasta Bermeo, por esta ruta se disfruta de paradas en pueblos únicos para una travesía perfecta por la costa vasca

Para que no te pierdas nada en tu próxima visita a la costa vasca, hemos preparado una ruta con paradas básicas y únicas. Seguro que cuando termines estás deseando volver a empezar. Y para ponerlo más fácil, hemos ordenado esta lista de los pueblos costeros más bonitos del País Vasco desde el precioso Fuenterrabía, en la misma frontera con Francia, hasta el más cercano a Bilbao. ¡Empezamos!

Calle de la parte vieja de Fuenterrabía.
Calle de la parte vieja de Fuenterrabía.
RABI MERIZAK

Hondarribia o Fuenterrabía

Empezamos muy fuerte, ya que es uno de los pueblos más bonitos no solo del País Vasco sino de España en general. El primer flechazo se siente nada más pisar la parte baja, barrio conocido como La Marina, en el que sus balcones de madera pintados en verde y rojo forman la postal más conocida de Fuenterrabía.

La Plaza de Armas de Hondarribia es parada obligada, con el castillo de Carlos V que hoy alberga el Parador de Turismo

Pero este solo es el aperitivo. Dentro de la muralla encontramos una ciudad de corte medieval en la que las cuestas van dando pequeños respiros en forma de bonitas plazas como la del Obispo, la de Guipúzcoa o la de Armas. Esta no solo nos regala unas maravillosas vistas, también alberga dos de los edificios más emblemáticos de la ciudad: la iglesia de Santa María de la Asunción y el castillo de Carlos V. En la actualidad, este castillo lo ocupa el Parador de Turismo, pero la entrada a su vestíbulo o al restaurante está permitida sin necesidad de alojarse y merece la pena asomarse.

Zona de viñedos próxima a Guetaria.
Zona de viñedos próxima a Guetaria.
Getty Images/iStockphoto

Guetaria

Pequeño, pero con un enorme peso en la historia, y es que aquí nacieron dos grandes figuras españolas como Juan Sebastián Elcano, que arribó al mando de la expedición que circunnavegó el mundo por primera vez, y Cristóbal Balenciaga, gran diseñador de alta costura; parte de sus creaciones pueden verse en el museo que lleva su nombre.

En Guetaria nació Juan Sebastián Elcano, que hace cinco siglos completó la primera circunnavegación del mundo

Después de este obligado recuerdo a sus vecinos más ilustres toca recorrer sus calles repletas de pastelerías, tiendas de recuerdos y bares de pintxos hasta llegar al puerto, donde no podrás evitar quedarte mirando a las brasas de los restaurantes en las que cocinan pescado fresco cada día.

Como Guetaria es sinónimo de comer bien y seguro que después apetece un paseo, la mejor recomendación es seguir el camino hacía Zarauz y su larga playa, la más extensa del País Vasco, muy fácil de reconocer por sus toldos de rayas.

Ermita de San Telmo en Zumaya.
Ermita de San Telmo en Zumaya.
Getty Images/iStockphoto

Zumaya

Seguimos rumbo al oeste y encontramos un tranquilo pueblo que no es tan famoso como sus vecinos, pero sí reúne suficiente encanto como para parar y bajarse del coche. Además del puerto y su casco histórico, Zumaya tiene algo muy especial, un curioso fenómeno geológico denominado flysch.

En la costa y los acantilados cercanos a Zumaya se aprecia el fenómeno geológico denominado flysch

Debido a la erosión de la roca, hoy se aprecian unas marcas que parecen el resultado de grandes arañazos. Una de las zonas en las que mejor se diferencian es en el acantilado de uno de los extremos de la playa Itzurun, aunque nada como una excursión en barco (parten del mismo puerto del pueblo) para poder apreciarlo bien.

El hermoso pueblo de Mundaca.
El hermoso pueblo de Mundaca.
Getty Images/iStockphoto

Mundaca

Decimos adiós Guipúzcoa y nos adentramos en Vizcaya. La primera parada es este pueblo con una clara esencia marinera y una interesante leyenda que le convierte en uno de los más queridos por los vascos. Y es que se dice que aquí nació el primer Señor de Vizcaya, Juan Zuria, hijo de una princesa escocesa que llegó hasta este puerto tras ser desterrada.

Dice la leyenda que en Mundaca nació el primer Señor de Vizcaya, Juan Zuria, hijo de una princesa escocesa

El que hasta ese puerto llegase un barco perdido no es de extrañar, ya que se trata de una zona con fuerte oleaje. De hecho, sigue presumiendo de tener una de las olas de izquierda más largas del mundo. Motivo más que suficiente para que hoy sea casi un lugar de peregrinaje entre los amantes del surf.

Bermeo.
Bermeo.
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Bermeo

Y terminamos con el nivel tan alto como lo empezamos, en uno de los rincones más bonitos de la costa vasca. Aquí hay que pasar por la Puerta de San Juan, visitar el convento de San Francisco y tomarse un pintxo en las terrazas del Puerto Viejo. Después toca perderse por una preciosa carretera hasta el Faro de Machichaco, situado en uno de los puntos más salientes de la cornisa cantábrica. Sus vistas son impresionantes, sobre todo si giras a la izquierda. No muy lejos se ve perfectamente la silueta de San Juan de Gaztelugatxe, uno de los puntos más maravillosos de la costa vasca.

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