Resulta curioso echar la vista atrás y pensar en un jardín histórico situado en un enclave único: en frente de la fachada norte del Palacio Real de Madrid, pero con la peculiaridad de que fue construidos en de década de 1930. En concreto, en 1932 por el arquitecto italiano Francesco Sabatini tras la proclamación de la Segunda República en España.
Este es el particular caso de los Jardines de Sabatini, de estilo neoclásico acorde a la arquitectura de la residencia oficial del rey de España y su familia; en una terraza colgada sobre el Campo del Moro, entre la calle Bailén y la cuesta de San Vicente. Y es que, por increíble que parezca, su construcción se pensó en un primer momento en el año 1782, pero el monarca Carlos III decidió instalar en ese lugar las caballerizas reales, esto es, el lugar en el que criar buenos caballos para el servicio de la Casa Real.
Y he aquí el punto discordante. Durante la Segunda República, entre 1931 y 1936, las caballerizas fueron derribadas por el traspaso de la propiedad al Ayuntamiento de Madrid con el fin de que se realizara un parque público. Fue entonces, en 1932, cuando el consistorio convocó un concurso para transformar el espacio, al que se presentaron once proyectos. Los ganadores fueron los arquitectos Aníbal Álvarez y Durán Salgado. El Segundo premio sería para Fernando García Mercadal, que sería nombrado poco después arquitecto municipal.
La fascinante historia tras los Jardines de Sabatini
Los proyectos fueron adquiridos en propiedad por el Ayuntamiento, lo que provocó que Mercadal se inspirara en ellos -incluido el suyo- y se proyectara el diseño definitivo. Las obras comenzaron en 1935, pero con la Guerra Civil se paralizaron hasta 1950 con alguna variación respecto al proyecto original. En 1943 se instalaron ocho estatuas de reyes españoles procedentes de la plaza de Oriente.
En 1972 se hizo una reforma, debido a las obras del paso elevado Bailén-Ferraz, en la que se construyeron las escaleras monumentales que hoy se mantienen, en sustitución de las más modestas existentes, a cuyo pie se encuentra el busto del rey Carlos III. Por último, durante los años 2020 y 2021, los jardines se ven afectados por la profunda remodelación a la que se somete la plaza de España, por lo que su aspecto, una vez finalizadas las obras, dictará el actual.
Jardines de Sabatini, un viaje al pasado de Madrid
Se trata de un jardín de estilo neoclásico acorde con el palacio. De hecho, están incluidos con el nivel 1 de protección en el Catálogo de Parques Históricos y Jardines de Interés. Dicho jardín está dividido en tres terrazas: la inferior, marcada por la simetría de los parterres a ambos lados de una gran lámina de agua a modo de espejo con dos surtidores, y enmarcada por cuatros con sendas fuentes rodeadas por figuras de seto.
En el caso de la segunda, que forma un impresionante balcón sobre la primera, desde la que se domina la totalidad de la fachada norte del palacio y que bajo un rodal de pinos se extiende hacia la cuesta de San Vicente, donde se encuentra una escalera de doble entrada que salva el desnivel hasta la calle; y la tercera, en una altura superior y al este de la segunda terraza, con un juego de parterres y grandes cedros.
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