El 7 de julio arrancan un año más los Sanfermines, una de las fiestas más populares e internacionales de toda España. Las calles de Pamplona volverán a estar abarrotadas de corredores y de turistas que quieran vivir los encierros de primera mano, bien en la calle Estafeta o en otra parte del recorrido. Aunque todo el mundo se desplaza a la capital de Navarra para vivir los festejos, en esta histórica urbe hay muchos lugares que no te puedes perder.
Las fiestas de San Fermín revolucionan Pamplona durante una semana, aunque en la ciudad navarra también se pueden conocer monumentos y enclaves de increíble belleza que merecen la pena ser visitados, y es que la capital de la comunidad es una de las urbes más importantes de todo el norte de la Península Ibérica. Por ello, si quieres descansar de la fiesta y los encierros, no dudes en acercarte a ellos.
La Plaza del Castillo
Uno de los lugares más simbólicos de toda Pamplona es la Plaza del Castillo, uno de los centros neurálgicos de la ciudad durante todo el año. Erigida en el siglo XVI, se caracteriza por su impresionante quiosco con columnas jónicas, mientras que los soportales que la rodean sostienen impresionantes edificios con siglos de historia que destacan por su arquitectura y sus preciosos colores.
La Catedral de Pamplona y otras iglesias increíbles
No te dejes engañar por la fachada neoclásica de la Catedral de Santa María la Real, ya que en el interior del templo más importante de Pamplona se pueden encontrar tesoros góticos extraordinarios, así como un claustro impresionante. Eso sí, no es el único templo en el que te puedes adentrar en Pamplona, ya que acercarse a la Iglesia de San Saturnino o a la Capilla de San Fermín también es imprescindible.
Parque Yamaguchi
Una de las grandes joyas de Pamplona es el Parque Yamaguchi, un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad que se hizo tras hermanarse con la ciudad japonesa. Este espectacular espacio verde está construido al más puro estilo nipón y es perfecto para relajarse y escapar durante unas horas del enorme bullicio de las calles más céntricas de la ciudad.
Ciudadela de Pamplona
En el siglo XVI se construyó una imponente fortaleza militar en Pamplona para protegerse de los ataques del ejército francés, y casi medio milenio después puedes pasear por ella. Su estructura pentagonal se combina con grandes espacios de césped, por lo que es perfecta para conocer un poco más sobre la historia de la capital navarra a la par que huyes del ruido del casco urbano.
Museo de Navarra
El antiguo hospital de Nuestra Señora de la Misericordia se transformó a mediados de siglo XX en un museo que recoge toda la historia de la Comunidad Foral de Navarra. En su interior encontrarás verdaderos tesoros con siglos de antigüedad, aunque también merece la pena pararse a contemplar su impresionante fachada plateresca. Se encuentra en la cuesta de Santo Domingo, muy cerca del lugar del que salen los toros en los encierros de San Fermín.
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