Suiza es un país de naturaleza exuberante, de altas montañas nevadas y extensos prados verdes. Pero esa belleza no se limita a la superficie, en las entrañas del país alpino encontramos también alguna que otra maravilla. Una de las más destacadas son los Saltos de Trümmelbach, que forman la cascada subterránea más grande de toda Europa.
Unos saltos de agua de origen glaciar
El ruido es atronador al acercarnos a los Saltos de Trümmelbach. Se trata de un conjunto de diez impresionantes cascadas ubicadas en el interior de la montaña Schwarzer Mönch en el Valle de Lauterbrunnen, también conocido como el Valle de las 72 cascadas. El nombre de este lugar ubicado en la región de Berna ya nos adelanta la espectacularidad de los paisajes que encontraremos allí.
La de Trümmelbach son las únicas cascadas de origen glacial con acceso subterráneo. Para llegar hasta ellas desde el exterior, debemos montar en un ascensor, cruzar por un túnel y hacer un recorrido por varias galerías, pasarelas y plataformas. Por el camino nos iremos maravillando con las distintas cascadas y sus aguas espumosas y burbujeantes agua, que descienden una altura de unos 200 metros. Igualmente, podremos contemplar las pozas que se han ido creando por la acción del agua. Hay que tener en cuenta que es muy probable que nos mojemos un poco por las salpicaduras, así que es recomendable llevar un chubasquero.
Estos saltos llevan las aguas del deshielo del glaciar del monte Jungfrau y las conducen hacia el Valle de Lauterbrunnen con un caudal que puede llegar hasta los 20 metros cúbicos por segundo. Además de agua, las cascadas también arrastran más de 20.000 toneladas de piedras y guijarros al año. Este último dato explica porque el sonido de las cascadas es tan fuerte.
Muchas otras cascadas por conocer
Los Saltos del Trümmelbach son solo una parte de las 72 cascadas del Valle de Lauterbrunnen. En este precioso enclave de suroeste de Suiza podemos hacer una ruta por el resto de los saltos de agua y dejarnos sorprender por esa naturaleza tan imponente.
El punto de partida sería el pueblo de Lauterbrunnen, uno de los más bonitos del país alpino. La localidad se encuentra a poco más de dos kilómetros de Saltos del Trümmelbach, pero ya desde sus calles podemos contemplar el Salto del Staubbach y sus 300 metros de altura, que forman uno de los saltos de agua en caída libre más alto de Europa.
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