Cuál es la mejor época para viajar a Brujas y cuántos días necesitas: lugares imprescindibles e itinerario

La ciudad de la región de Flandes es una de las grandes joyas del centro de Europa, tanto que su centro histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. Eso sí, hay que saber bien cuándo conocerla.
Brujas (Bélgica)
Brujas (Bélgica)
PIXABAY / NONAME_13
Brujas (Bélgica)

Las ciudades de Bélgica son algunas de las mayores joyas que se pueden visitar en el centro de Europa. Urbes como Bruselas, Amberes o Gante son solo algunas de las urbes históricas que se pueden visitar en el país, aunque en esa lista no puede faltar una de las más conocidas en España: la impresionante, Brujas. Ubicada en la región de Flandes, es uno de los destinos perfectos para disfrutar de una escapada cultural.

Con casi 120.000 habitantes, Brujas es una de las principales urbes de Bélgica, pero su encanto no reside en su tamaño, sino en la espectacularidad de sus edificios y en lo pintoresco de sus calles, y es que la ciudad es una de las más bonitas del Viejo Continente. Eso sí, hay que saber unas cuantas cosas antes de adentrarse en ella. 

La mejor época para viajar a Brujas

Es uno de los destinos más bonitos de Europa y ocupa la tercera plaza. Brujas recibe también 21 turistas por cada habitante.
Brujas
Pixabay/dimitrisvetsikas1969

En Brujas no hay ningún mes en el que el clima sea demasiado extremo para no viajar, aunque si puedes evitar el invierno, mucho mejor. Para evitar las lluvias y el frío, lo ideal es conocer la ciudad de Bélgica durante los meses de verano, ya que las temperaturas son mucho más agradables y la climatología es prácticamente perfecta.

Brujas no es una ciudad especialmente grande, por lo que al contrario que en otras megalópolis, no se necesitan muchos días para conocer todas las maravillas y los encantos de esta impresionante urbe. Con solamente dos días, podrás ver los lugares imprescindibles de esta increíble urbe de la región de Flandes.

Itinerario de dos días por la joya de Bélgica

Puente en el Canal de Spiegelrei al anochecer en Brujas
Puente en el Canal de Spiegelrei al anochecer en Brujas
Sergey Dzyuba

Al llegar a Brujas, lo primero que se debe hacer es recorrer sus increíbles e históricas calles empedradas hasta llegar a la Grote Markt, la plaza más conocida de toda la ciudad y en la que se encuentra uno de los grandes atractivos de la urbe, la Torre Belfort. Subir los más de 360 escalones de esta impresionante construcción del siglo XIII es algo que hay que hacer sí o sí para tener unas vistas magníficas.

Tras contemplar la panorámica, la siguiente parada no puede ser otra que la Basílica de la Santa Sangre, una capilla gótica que llama la atención por la negrura de su fachada y recargada de ornamentaciones. El otro gran templo de Brujas es la Iglesia de Nuestra Señora, una descomunal construcción gótica que cuenta con una torre de más de 120 metros, pero en su interior oculta una gran joya: la escultura de la Virgen y el Niño de Miguel Ángel, la única obra fuera de Italia.

Iglesia de Nuestra Señora, Brujas
Iglesia de Nuestra Señora en Brujas
Getty Images/iStockphoto

El segundo en día en Brujas hay que comenzarle paseando por sus preciosos canales, contemplando las preciosas fachadas de los edificios construidos a sus orillas. El principal de todos ellos es el canal Dijver, que además tiene uno de los enclaves más fotografiados de toda la ciudad: el Muelle del Rosario. Tras probar una tableta del famoso chocolate, no te puedes perder el espectacular Parque Minnewater, un increíble oasis en medio de un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad.

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