La paradisiaca playa llena de misteriosas esferas de roca sobre la arena

Lo que resulta más inusual de estas formaciones rocosas en la costa de Nueva Zelanda es su gran tamaño, que puede alcanzar los tres metros de diámetro. A las explicaciones científicas sobre sus orígenes se suman las leyendas maorís.
Playa de Koekohe.
Playa de Koekohe.
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Playa de Koekohe.

De una punta a otra del mundo, podremos encontrarnos con paisajes que parecen de fuera de este planeta. Desde estampas más propias de la luna, como el Barranco de Gebas, en España, hasta desiertos con piscinas naturales entre las dunas, el Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses, o montañas con todos los colores del arcoíris, la Quebrada de Humahuaca. En definitiva, enclaves que jamás imaginarías que existen fuera de una película de fantasía.

Otro ejemplo perfecto es un enclave lleno de misterio, una playa paradisiaca que se extiende por la costa este de Nueva Zelanda: la playa de Koekohe. Este lugar sería normal y corriente, si no fuera por las extrañas rocas en forma de esfera que descansan sobre la arena, bautizadas como Moeraki Boulders.

La playa de Koekohe

En la región de Otago, entre las localidades de Moeraki y Hampden, se abre paso la curiosa playa de Koekohe. Este rincón de la costa neozelandesa ha llamado la atención de muchos curiosos, que se acercan a ver en primera persona los misteriosos Moeraki Boulders.

Playa de Koekohe.
Playa de Koekohe.
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Concretamente, estas rocas dispersas por la arena son concreciones septarianas, es decir, una acumulación de partículas transportadas en disolución por el agua que van creando una masa con grietas en su interior. Estas formaciones fueron creciendo en tamaño en el fondo marino y fueron adoptando su forma redondeada por la erosión del agua. Y aunque esta es la explicación científica, las leyendas maorís aseguran que se trata calabazas arrastradas a la costa por el oleaje (y transformadas en piedra) desde la canoa Āraiteuru. Esta embarcación, según la tradición, transportó a los ancestros de los maorís a Nueva Zelanda.

Los inusuales Moeraki Boulders

Lo que resulta insólito e inusual de estas rocas son sus enormes dimensiones. Los Moeraki Boulders empezaron a formarse hace alrededor de 65 millones de años y fueron creciendo en tamaño durante 5 millones de años, alcanzando así hasta 3 metros de diámetro y un peso de varias toneladas.

Playa de Koekohe.
Playa de Koekohe.
KLANARONG CHITMUNG

Sin embargo, no solo merece la pena visitar esta playa por sus sorprendentes rocas, sino también por su paisaje de arenas infinitas y su vida salvaje. De hecho, en el lugar encontraremos desde un santuario de pingüinos hasta una colonia de focas y ejemplares de delfines.

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