Este pequeño pueblo cuenta con una gran ventaja respecto a otros pueblos igual de bellos de la zona y es que, además de estar declarado Conjunto Histórico-Artístico, está rodeado por un paisaje impresionante. Por eso, más que una visita rápida en el día, Maderuelo se merece una escapada completa en condiciones.
Además de estar declarado Conjunto Histórico-Artístico, este pequeño pueblo goza de un entorno natural impresionante
Situado en una pequeña colina junto al río Riaza, justo donde comienza el embalse de Linares y a la orilla del Parque Nacional, este pequeño pueblo segoviano es una postal ya desde lejos. Su estructura ya delata que durante gran parte de su historia se ha tenido que defender y reconstruir en varias ocasiones. Y es que, poco después de que el conde castellano Fernán González se esforzase por repoblar la zona, Almanzor y sus hombres la saquearon por completo y tuvieron que volver a empezar. De ahí que su muralla y su castillo sean sus construcciones más destacadas.
Una entrada de cuento
Del castillo quedan apenas unas ruinas, mientras que la muralla sigue conservando varias partes intactas y dos de las cuatro puertas que tenía. La del Arco de la Villa fue en su momento la más importante y hoy sigue siendo uno de los principales accesos al pueblo. Todavía conserva una gran puerta de madera con los cerrojos y algunos adornos que logran que al pasar crezca la sensación de estar entrando a un lugar muy especial en el que la historia sigue muy viva.
En las calles de Maderuelo el tiempo parece detenerse y la tranquilidad se siente en el ambiente
Tras pasar el grueso muro de la muralla, el paisaje cambia por completo y la piedra toma todo el protagonismo. En las calles de Maderuelo el tiempo parece detenerse y la tranquilidad se siente en el ambiente. La Plaza de San Miguel da la bienvenida al visitante junto al inconfundible aroma de la buena gastronomía local. Situado en Segovia, pero muy cerquita de la frontera con Burgos, es fácil adivinar que en Maderuelo se come muy bien y justo aquí están dos de sus restaurantes: el Mirador de los Templarios, con una terraza con unas vistas sobre el río que son una maravilla, y La Posada del Medievo, con el típico menú en el que el lechazo es protagonista.
Sin pérdida
Visitar Maderuelo es muy sencillo. Solo hay que subir por la calle San Miguel hasta encontrar la iglesia de Santa María del Castillo, tras pasar el Ayuntamiento. El templo destaca por su tamaño y por la cantidad de estilos diferentes que se pueden apreciar. Como dato curioso, saber que es el único templo segoviano con restos de estilo califal. Subiendo un poco más encontrarás una catapulta medieval y un mirador con vistas al Puente Nuevo y al embalse, las mismas que te acompañan hasta los pies de los restos del castillo.
Desde abajo
Una vez recorridas todas las calles del pueblo y disfrutar de las vistas desde las alturas, toca bajar para apreciar el otro punto de vista, desde abajo. Cruzando el río Riaza se llega hasta la ermita de la Vera Cruz, que está rodeada de un parque muy cuidado y desde el que se tienen las mejores vistas del pueblo. Desde aquí también se aprecia el paisaje del Parque Natural Hoces del Río Riaza, la que puede ser la siguiente parada para completar el día.
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